«El agua no es patrimonio de los políticos, es un bien común de uso colectivo»

I.M.
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Francisco Martín de Santa Olalla, expresidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental y profesor jubilado de la UCLM, señaló que todos los ríos que atraviesan zonas áridas son problemáticos

Está jubilado desde el 2010 después de 46 años trabajando, 40 de ellos en la docencia. Pero Francisco Martín de Santa Olalla es también agricultor de una finca ubicada en la Ribera del Júcar y regante con agua del Acuífero de la Mancha Oriental. Desde 1999 hasta el 2003 fue el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental y fue bajo su presidencia cuando tocó regularizar las 100.000 hectáreas ‘albacetenses’ de riego que había en aquel entonces.

¿Por qué Francisco Martín de Santa Olalla decide presentarse a presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental?

Yo había estado desde el principio en la creación de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental. En un momento dado me lo piden mis compañeros y aunque, me pillaba un poco a trasmano pues en aquel entonces, además de agricultor y regante, era profesor universitario, me lo pensé, acepté y desde luego, no me arrepiento en absoluto de haberlo hecho. Fue una etapa supergratificante que duró desde 1999 al 2003.

De esos cuatro años en la presidencia. ¿Qué logros consiguió ?

Sin duda, el logro más importante que se hizo en mi etapa, simplemente, porque era el momento en que había que hacerlo, fue regularizar la mayoría de las explotaciones de riego. De todo lo que se había hecho, unas 100.000 hectáreas, tocó ver cuáles encajaban dentro del Plan Hidrológico del Júcar que se pactó en el 97, intentando, no obstante, salvar todo lo que se podía. Creo que salió bien, aunque en lo de las dotaciones íbamos justitos.

¿Qué se le quedó, por contra, en el tintero , por expresarlo de alguna forma?

Yo he estado en este cargo y en otros dentro de la Universidad y cuando me ido nunca he tenido la sensación de que podía haber hecho tal cosa u otra y no he podido. Simplemente pensaba que se pasaba una página de mi vida y que venían otros detrás.

¿Entre la Jcrmo que dejó en el 2003 y la del 2015 ha habido mucho cambio, o no?

La Junta Central de Regantes sigue funcionando, su misión la cumple y cuenta con unos técnicos muy buenos, muchos de los cuales han sido alumnos míos. No obstante, las relaciones con la Confederación Hidrográfica no son ni tan buenas, ni tan fluidas como entonces.

¿Cómo ve el tema del agua del Júcar como regante que es y qué opinión le merece el nuevo Plan?

Parece ser que la revisión actual no nos es demasiado favorable y que la perspectiva no es ir a mejor. No quiero ser pesimista pero hay ciertas tensiones territoriales y que, en mi opinión, están siendo excesivamente utilizadas por lo políticos. Sobre el nuevo Plan debo decir que no lo conozco al detalle pero da la impresión de que van a darse restricciones sobre la utilización del Acuífero y que algunas promesas que se habían hecho de nuevos regadíos y, sobre todo, de mejores dotaciones, no van a cumplirse.

¿Por qué el Júcar es, en definitiva, un río tan problemático?

No sólo el Júcar, todos los ríos que atraviesan zonas áridas o semi áridas son problemáticos. Yo he dado muchas conferencias y una de las cosas que yo comento es que por lo general pensamos que lo que nos pasa a nosotros sólo nos pasa a nosotros y que, además, nos pasan por los malos que son nuestros vecinos. No obstante, no son ciertas ninguna de las dos. Primero lo que está pasando con la cuenca del Júcar pasa en muchos otros sitios, incluso en Australia, ya que únicamente allí donde al agua sobra es en donde no hay problemas. Y en segundo lugar, porque nosotros no somos ni buenos ni malos sino más bien somos regulares.

 Hemos hecho muchas cosas y en lo que es innovación es cierto que hemos ido por delante de los valencianos y quizás, a la par que los murcianos, pero simplemente por una cuestión de necesidad.

¿Cree, no obstante, que la Junta, con independencia de quien esté gobernando, se ha centrado más en el Tajo-Segura que en el Júcar?

El Júcar para la Junta está en segundo o en tercer lugar, pero también es que el Júcar, a pesar de los problemas que tiene, es menos problemático que el Tajo- Segura ya no sólo por cómo o quién lo hizo. Y, aunque creo que los murcianos lo utilizan bien, lo que no se puede hacer es utilizarlo a expensas de la gente de aquí, además de que sirve más para la pelea política que el Júcar.

El agua, no obstante, no es ni de donde nace ni de dónde desemboca, en el caso del Júcar, de los valencianos. El agua no es patrimonio de los políticos, es un bien común de uso colectivo.

¿Cómo está el Acuífero?

Se ha recuperado bastante por varias cosas. Para empezar porque el servicio de riegos del ITAP y la gestión, que apoyada en este servicio, ha hecho la Junta ha servido para controlarlo y en parte recuperarlo, aunque este año seguramente vaya a bajar. Luego también pasa una cosa, los precios agrícolas no animan a mucho gasto y el porcentaje de infractores es muy bajo.

¿Cuándo toca negociar a puerta cerrada los regantes son tan críticos y luchadores como lo reflejan en el día a día?

No sé lo que pasa ahora. En la primera época de la Junta Central de Regantes con Paco Belmonte y Herminio Molina, tocó lidiar con cosas muy duras. En la mía, la batalla vino por tener que aplicar una norma a unos casos concretos. Las discrepancias que surgieron fueron sobre todo técnicas, además, de que hubo un alto grado de aceptación. Con esto quiero decir que yo no necesité ser excesivamente duro simplemente porque encontré mucho más comprensión que la que había habido antes. Después de mi paso, según tengo entendido, se ha vuelto a etapas peores.

¿Esta provincia, no obstante, es tratada como si fuese secundaria con el Júcar, o no?

Hasta el año 70 en esta provincia no se valoraba el agua porque en aquel entonces ni había infraestructuras para extraerla y porque entre toda la zona del Júcar no había más de 10.000 hectáreas de regadío, hoy por hoy sólo en superficie las 10.000 hectáreas se ha multiplicado por 12. Fue con el trasvase Tajo-Segura, el cual no venía para nosotros pero nos pasaba por delante de las narices y esto levantó más de una ampolla, cuando empieza la concienciación y la sensibilización que fue a más con la Ley de Aguas y el anterior Plan de Cuenca del Júcar. Ambas hoy en día siguen tan vivas como antes.

 ¿Se ha planteado alguna vez volver a ser el presidente de los regantes de la Mancha Oriental o formar parte de su directiva?

No. Cuando yo me jubilo me jubilo de todo. Nadie, no obstante, me lo ha pedido, pero si alguien lo hace mi contestación va a ser no.

Usted, no obstante, continúa siendo socio de la Jcrmo como agricultor y regante. ¿Es rentable ser agricultor?

No es ni muchísimo menos rentable y de hecho yo no he conseguido, por los motivos que fuesen, que ninguno de mis cinco hijos continúen con la explotación que tenemos y que viene de la época de mi abuelo. No obstante, en términos generales la agricultura se aprecia cada vez menos y la carrera de ingeniero agrónomo está a la baja y eso que el mundo tiene un grave problema de alimentos no sólo de reparto sino también de producción. Es cierto que hay que invertir en el campo y que los precios están a la baja, pero dicho esto también debo añadir que en esta provincia las grandes inversiones están hechas por lo que el trabajo que queda es el de mantenimiento y el de actualización y aunque esto supone dinero, no es tanto.

Agricultor, regante, presidente de la Jcrmo, ingeniero agrónomo y profesor universitario. ¿Cuándo empieza su vinculación con la docencia?

Soy uno de los miembros del grupo fundador de la Universidad regional y fui el primer vicerrector que ha tenido el campus y de investigación. Estoy hablando de principios de la década de los años 80. Previamente cuando aún dependía de Murcia fue director de la Escuela Politécnica, la que estaba en la carretera de Las Peñas, y después cuando se transformó en Escuela Superior de Agrónomos ya de la UCLM. Fui también el primer catedrático de agrónomos por la Universidad regional y he estado impartiendo docencia durante 40 años en total, a los que hay que sumar otros seis años trabajando como ingeniero agrónomo fuera de Albacete.

¿Cuántos alumnos han pasado por su clase y cómo ve los estudios de ingenieros agrónomos?

 Calculo que he formado a un 1.000 universitarios porque nunca han sido clases muy numerosas, además de que estamos ante una titulación que ha tenido sus altos y sus bajos. He tenido clases con unos 25 alumnos pero en mi último año, el 2010, eran 10 menos. Cuando yo la hice en Madrid era una carrera muy apreciada y muy dura. Ahora, por contra, se puede decir que no está pasando por su mejor etapa.

Le ha afectado la crisis económica y muchos profesores, que se han jubilado, no han sido objeto de reposición y esto afecta a calidad, porque los milagros no existen. Toda la Universidad de Castilla-La Mancha ha sido objeto de abandono durante unos años pero especialmente Agrónomos. Agrónomos tendría, por expresarlo de alguna forma concreta, que reinventarse, viendo nuevas cosas y cómo hacerlas a fin de ser más atractivos porque hoy hay muchas facultades, pero es que hay demasiado de todo. La Universidad, no obstante, no es sólo docencia, tiene un componente importante de investigación.