Juanma Cifuentes protagoniza una nueva serie de televisión

E.M.
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Además de 'Gim Tony', que emitirá Cuatro a partir del mes de octubre, el actor y cantante lírico estrenará dos obras de teatro en Madrid y acumula compromisos zarzueleros

Juanma Cifuentes, durante una de sus actuaciones. - Foto: Cedida

Otra muesca en su revólver virtual y largo de servicios a las series televisivas, y no sólo en nuestro país, que también en Estados Unidos e Hispanoamérica. Es la que va a sumar a partir de este otoño, «muy probablemente en octubre», cual indica Juan Manuel Cifuentes, este paisano que se ha tirado gran parte de las últimas semanas, prácticamente hasta el pasado domingo,  grabando Gim Tony. Sobre todo porque va a ser de emisión diaria, por lo que para su estreno, Cuatro, que la va a emitir, debía tener muchos capítulos acumulados. Al albaceteño le acompañan de otros grandes actores como Antonia San Juan, Santi Rodríguez, Mar Abascal e Iván Massagué, entre otros.

Por el momento, nuestro paisano no puede dar más detalles para que «esta comedia muy divertida que estamos seguros que va a gustar mucho», confía, y que va de una especie de extraña mezcolanza de fauna muy extraña también en torno a un gimnasio. Eso sí, a duras penas se le logra sacar que él dará vida a Miguelón, un gordo muy simpaticote que intenta por todos los medios -es cliente habitual de un gimnasio- perder kilos sin lograrlo. «En lo de simpático, no lo sé, aunque creo que sí, pero en lo demás, soy clavado, ja ja», redondea.

Esta dedicación profesional a la serie no le ha impedido al polifacético Juanma Cifuentes -que es el nombre por el que todo el mundo le conoce en estos ambientes- llevar a cabo un amplio número de actividades relacionadas con la escena y también con el bel canto, que no en balde es igualmente uno de los mejores tenores cómicos en la actualidad. Algunas de casi inmediato estreno, como Quédate con el cambio, para el tan de moda género del microteatro -en el que ya se ha apuntado varios éxitos este mismo año- cuyo primer pase está previsto para el próximo martes 26.

Y no mucho después llega el turno a un texto de Carlos Pontini que responde al título de Bansia, en la sala Azarte, y al que está dando los últimos retoques. En cuanto al género lírico, tras haber actuado este año en el Teatro de la Zarzuela en lecturas cantadas de algunas de las primeras obras que allí se representaron en su inauguración hace siglo y medio largo, su próximo compromiso es para cantar, en una serie de representaciones en Palma de Mallorca, una de la sobras favoritas de todos los tiempos, El barberillo de Lavapiés, del maestro Barbieri.

Sin dejar el género lírico, Juanma tiene cerrado para el mes de mayo un concierto en la Fundación Juan March de zarzuela, con Lola Casariego, que llevaba persiguiéndole varios meses y para el que finalmente ha podido encontrar hueco que cuadrase con el calendario de la Fundación. Todo ellos junto a «muchas más cosas interesantes» que espera se cumplan, aunque no quiere extenderse, ni siquiera en la opción de que en la próxima temporada oficial del Teatro de la Zarzuela vuelva a hacer el paseíllo.

Aunque todo ello está claro que le llena profesional y vocacionalmente, confiesa que su gran sueño, que piensa alcanzar algún día, es «crear una escuela de creación y poder investigar a la par que enseñar sobre el arte  interpretativo». En cualquier caso, y volviendo a la más pura y rabiosa actualidad, lo que también es meridiano es que con tantos proyectos no sabe si podrá cumplir con su obligada cita anual de la Feria de Albacete, aunque únicamente como un paisano más, ya que profesionalmente hace varios años que no actúa.

‘En defensa de Sancho’. Lo que le afirma que, pese a que con anterioridad su nombre, en solitario o con otro paisano, Pedro Manuel Vílllora, era habitual en la programación de algunos de los espacios escénicos, eso ahora es prácticamente imposible. Y no se muerde la lengua ni se anda con medias tintas al respecto. Éstas son sus palabras textuales: «Para Albacete no tengo nada que hacer y creo que no haré nada mientras continúe el PP en el poder. Por desgracia el teatro sigue en manos de los políticos que nada saben de estos menesteres y se deben a otros más productivos».

No es de extrañar que al platearle si, en la tierra o en el resto de España, siente esos brotes verdes de los que presumen los gobernantes, se muestre también muy crítico en lo referido al mundo de la cultura. Porque, tras referir que prefiere no entrar en otros asuntos generales de la situación -aunque es fácil imaginarse lo que piensa- se centra en su mundo profesional de la cultura, donde esos brotes no los ve nada verdes: «Y sí más secos que nunca, y el problema es que a los jardineros que se les ha confiado su cuidado no tienen ni zorra idea de jardinería».

Tampoco a este embajador de la tierra, cuyas bonanzas ha proclamado por el resto del país y en sus largas estancias profesionales en Estados Unidos y países hispanohablantes no sólo con obras de teatro y varios premios -por encima de todo el monólogo En defensa de Sancho que le escribió para él expresamente «el mítico e irrepetible» (así lo califica) Fernando Fernán Gómez- y que puede volver a los escenarios pronto, sino también con programas propios de televisión, le gusta mucho lo que observa culturalmente en la capital y provincia albaceteña.

Unas opiniones en las que, a pesar del cariño y los recuerdos entrañables que le traen por sus muchas estancias y viajes, tampoco se anda con zarandajas, como puede comprobarse: «Veo a la ciudad y a la provincia como apagada, sin proyectos culturales que son los que más me tocan; sin programaciones culturales interesantes y sin ganas de salir del cumplimiento de los mínimos, sin aportar ideas interesantes. Esa cosa de aguanta hasta que esto se pase y después ya veremos por parte de los espacios que programan en Albacete al menos así lo respiro cuando tengo oportunidad de estar por allí».

Y para cerrar, no quiere incluir a los parajes y las gentes paisanas en tan negativos comentarios, como demuestra, según dice, el hecho de que tanto aquellos que aplicaban el dicho inoportuno de Albacete como los que no, «una vez que conocen Albacete y no únicamente su inigualable Feria, vuelven año tras año para consolidar su amor hacia una ciudad que cuanto más la conoces más te enamora». A lo que añade en forma de despedida: «Y si te permites el lujo de conocer la provincia, la pasión por nuestra tierra se multiplica. Así que felicito a aquellos que ya se han dejado enamorar e insto a quienes no la conocen que vengan y se dejen enamorar».