Primero fue en Viveiro, después en O Porriño y la tercera víctimas en perder la vida por una picadura de avispa residía en San Cristovo de Cea, poblaciones todas ellas de Galicia. En los tres casos los fallecimientos se debieron a que las víctimas eran alérgicas al veneno de estos himenópteros, y aunque en algún caso se inyectaron adrenalina los servicios médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de estas personas.

La realidad es que en los meses de verano el riesgo de reacción anafiláctica en niños y adultos por picaduras de himenópteros, es decir, de avispas o abejas, se incrementa considerablemente porque la población aumenta sus salidas al aire libre y por tanto se expone más a estos insectos.

Sin embargo, la gravedad de los síntomas de las picaduras de estos insectos no varía con independencia de la especie de avispa (vespa velutina o  autóctona) en cuestión que inyecte su veneno en una persona, según el jefe del servicio de Alergología del Área Integrada de Albacete, el doctor Miguel Torrecillas, pudiendo ser mortal si como ha ocurrido con los tres fallecidos de este verano las personas en cuestión eran alérgicas y no se habían administrado la vacuna para combatir el veneno, «cuya efectividad alcanza el 98%», agregó el facultativo de esta especialidad.