En memoria de Ángel González de la Aleja

Francisco Sotelo
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El Realismo mágico que definió a la Escuela de Madrid está muy presente en su pintura y es fácil reconocerun paralelismo temático y estético entre la obra de éste y la que realizó Antonio López en su segunda etapa

Fotografía de archivo de çAngel González de la Aleja. - Foto: Arturo Pérez

El pasado día 23 fallecía Ángel González de la Aleja. Para quienes hemos tenido la fortuna de recibir sus enseñanzas como profesor y hemos disfrutado de su cordial amistad supone una pérdida irreparable. Extraordinario pintor, su obra queda como magistral exponente del arte actual. En su memoria reproduzco el artículo que publiqué con motivo de una exposición que realizó en el Centro Cultural de CCM en septiembre de 2005 y cuyo título, González de la Aleja y los sueños, resume el sentido de su obra.

Ángel González de la Aleja es un pintor realista, es decir: las formas que define en sus cuadros refieren elementos de la realidad y como tales son fácilmente reconocibles y, en este sentido, la realidad o las realidades de que se habla en el título de la exposición es ciertamente un elemento definidor de su obra. Pero la transcripción de la realidad que lleva a cabo en su pintura pasa siempre por el tamiz de una excepcional sensibilidad poética que transmuta la naturaleza de lo real que el pintor toma como modelo. De esta manera, la realidad en la pintura de Ángel González de la Aleja se reduce a formula expresiva para convertirse en su contrario: el idealismo. Del mismo modo, la existencia que relata en una figuración detenida y silenciosa transciende el tiempo y los lugares concretos para definir la esencia de los seres y las cosas.

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