Caballero ha destacado que impedir la ubicación del "cementerio nuclear" en la región dependía sobre todo de "una decisión política". Por ello, ha celebrado el cambio de orientación en este asunto imprimido por el nuevo Gobierno de España, ya que coincide con las exigencias del Gobierno regional y numerosos agentes sociales de la región que se oponen a la ubicación de este almacén de residuos nucleares.