La cardioprotección, o lo que es lo mismo, la protección del corazón es una tendencia en aumento debido a la necesidad de concienciar acerca de la importancia de disponer de desfibriladores automatizados en espacios públicos, así como de personal formado en reanimación cardiopulmonar (RCP) para completar una intervención exitosa ante posibles paradas cardíacas. Si bien nuestra comunidad no obliga a instalar estos dispositivos en espacios públicos, Castilla-La Mancha, a principios de este año actualizó su normativa en el Decreto 4/2018, de 22 de enero, por el que se regula el uso de desfibriladores fuera del ámbito no sanitario.
La actualización se apoya en el anterior Decreto, publicado en 2009, en consonancia con el Real Decreto de ámbito nacional, que recomendaba instalar desfibriladores en espacios públicos, pero no obliga a que estos recintos se equipen con estos sistemas. De este modo, Castilla-La Mancha no se incorpora a las siete comunidades autónomas españolas que sí han lanzado sus propias legislaciones en cardioprotección: Asturias, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Canarias, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana.
Esta nueva normativa se aplica sólo a desfibriladores instalados en espacios no sanitarios, tanto públicos como privados, los ubicados en centros sanitarios (hospitales, centros de salud, consultorios, etc.) no necesitan autorización ni registro.
En estos momentos en el registro que funciona en la Dirección Provincial de Sanidad de Albacete hay inscritos 56 desfibriladores externos automatizados en la provincia, otros siete están en trámite de autorización. El primero se instaló en la residencia de mayores del Paseo de la Cuba, en febrero del 2009. En el año 2017 se inscribieron 35 nuevos desfibriladores y en lo que llevamos de año ya se han autorizado 14 más.
censo. Según informó el jefe del servicio de Inspección Sanitaria de la Dirección Provincial de Sanidad, Tomás Fernández, mayoritariamente estos equipos están ubicados en las dependencias de Protección Civil de los ayuntamientos (14 de ellos), el campus universitario de Albacete (cuenta con cinco equipos ubicados en la Biblioteca General, Escuela Politécnica, Facultad de Medicina, Instituto de Investigación en Informática y Edificio Jurídico Empresarial), ocho ubicados en residencias de mayores, uno en el Parque de Bomberos y dos en vehículos de bomberos, 11 en centros deportivos públicos y privados (cuatro en piscinas, gimnasios, IMD, etc.), aeropuerto, vehículo de Cruz Roja y en centros comerciales.
En los dos últimos años, Fernández destacó que Sanidad ha hecho un esfuerzo en el control de los desfibriladores ya que en 2017 realizó 44 visitas de inspección y este año lleva 18 para controlar que estos equipos están correctamente ubicados y señalizados, se someten a mantenimiento y el personal de los mismos está formado.
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