¿Pagar más de 1.500 euros por un perro suelto en el parque? Es la pregunta que se hace una albaceteña cuya hija fue multada por un agente de Policía Local a principios de enero cuando se encontraba paseando a su mascota en el jardín de Elisa Piqueras, detrás del Hospital Perpetuo Socorro. El perro estaba suelto en uno de los parterres del parque, relata Llanos García, madre de la denunciante (era menor de edad entonces), y el agente la conminó a atarlo para después multarla, explicando que «la multa serían 120 euros». En el albarán de la multa, de hecho, no figura ninguna cantidad, y la sorpresa llegó la pasada semana, cuando recibieron una multa a pagar de 1.501 euros. La madre de la denunciada explica que ve poco razonable la cantidad: «No me niego a pagar la multa, pero un precio razonable, los 120 euros que el policía le dijo». Después de visitar las dependencias de Policía Local y de Medio Ambiente, en el Ayuntamiento, las explicaciones que ha recibido no le sirven, denuncia.
La explicación al aumento del valor de la multa está en el artículo que se le aplica de la ordenanza que regula los espacios públicos. Un perro suelto en una zona verde, en la calle, o en los parterres, supone una infracción castigada con entre 121 y 1.500 euros. La multa se eleva a entre 1.501 y 3.000 euros si el perro está suelto en «zonas de recreo infantil». Existe una zona de este tipo en ese parque, pero la joven denunciada defiende que el perro no estaba dentro: «El policía vino con la bici y me dijo que me iba a multar, pero el perro estaba fuera». De hecho, el parque infantil está rodeado de una línea de arbustos que hacen imposible ver si hay un perro dentro.

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