No sabría determinar si fue antes músico o poeta. Barroco o romántico. Contador de historias o cantautor soñador. El caso es que hoy lanza su ópera prima, su álbum de debut..., aunque en realidad tiene poco de debutante. Carletti Porta ha liberado un puñado de temas que empezó a grabar en tierras irlandesas en 2010. Ahora ya no son suyos, son de la humanidad. A él sólo le corresponde que estas canciones cobren vida sobre el escenario. A los demás, clavar la aguja en el vinilo o darle al play en el reproductor de cd’s y dejarnos camelar por su voz mientras disfrutamos de un placentero viaje por todos los sentidos.

Eso es Baby Hannah’s, un deleite, un regocijo para los oídos y un regalo para los soñadores. Una constante persecución de la luz, poesía en estado puro, un lirismo que te provoca vicio y adicción porque, una vez escuchado, lo único que apetece es volverlo a escuchar una y otra vez.

No era más que un niño cuando se colgó una guitarra alentado por su tío Alberto y arropado por su familia materna, quien le saca su lado más creativo. A partir de entonces ha sido un sinparar. Notas y trastes no han sido su único oxígeno. Mientras estudiaba, Carletti reivindicaba encierros silenciosos y solitarios para componer, tocar, escribir..., pero su sociabilidad le llevaba a los bares a contactar con otros músicos con los que aprender a disfrutar.

Aunque lleve su nombre y su apellido, en esta agotadora aventura Carletti Porta no ha estado solo. Durante su exilio en Irlanda tuvo la gran suerte de conocer a Mick Collins, -«el bajista del bajista de Jimi Hendrix», aclara para evitar malentendidos-, quien se encargó de meterle los bajos a siete de los ocho temas de Baby Hannah’s.

De regreso a su Albacete, las canciones se agazaparon en una esquina a la espera de una producción que llegó de la mano de Honky Tonky Sánchez y Sergio Jiménez. La suerte corrió del lado de Carletti -también se la ha ganado, todo hay que decirlo- con la aparición de Quique González Moncayo, que se ofreció para realizar los arreglos de la octava canción, la que cierra el álbum debut. Con el tajo entre las manos, los temas viajaron de nuevo a los estudios El Desván de Madrid y por el hogar de José Manuel Mora, donde se terminó lo que un día comenzó como un sueño de una noche de verano.

La puntilla la puso Antonio con su sello Hurrah! Música, una compañía albaceteña que ya está empezando a hacer mucho ruido y que se encargará del lanzamiento y promoción del disco de Carletti. Llegar al 1 de septiembre de 2014, día del lanzamiento de Baby Hannah’s -por cierto, nombre de la taberna irlandesa donde Carletti se explayaba- no ha sido fácil. Para empezar, su autor y creador ha tenido que «pasar la gorra» a los amiguetes por aquello de la financiación. Otro pilar fundamental en la edición de esta ópera prima ha sido María, su compañera, «que ha apostado por mis canciones; sin ella quizá estaría pensando en otras cosas», admite.

Pero la gorrilla ha tenido su recompensa: cada mecenas podrá recoger su vinilo y cd en el concierto presentación que Carletti Porta ofrecerá este viernes, 5 de septiembre, en el establecimiento comercial Mercajeans de la calle Carnicerías. La siguiente oportunidad será todo un lujo para el público de Albacete y para el propio Carletti Porta, pues figura como artista invitado en el concierto que ofrecerá Vetusta Morla el día 12 en la Carpa Rock de la Feria.

En estos directos, los amantes del folk más tranquilo, del blues pausado, del rock de autor, de la canción sin aderezos ni condimentos, volarán con la sombra de Peter Pan, una de sus primeras composiciones. Sin sufrir de peterpanismo, porque «hay que crecer, desarrollarse y morir», se confiesa creyente de la imaginación y de la aventura, a pesar de que le canta al Dios de la Carretera, pero sólo para que lo lleve al día en el que la conoció.

Cruces de caminos en una vida sin destino fijo donde este perro romántico habla de viajes astrales para los domingos y de sueños de rock and roll. Toda una aventura en la que Porta ha derrochado mucho amor por la música, por la gente, por los amigos... y por el desahogo.

Asegura que Baby Hannah’s tiene mucho de él, «la imaginación es una pieza clave en mi creación, sin imaginación no seríamos libres». Es la portada misma del disco, dibujo de María Azaña, de Micocos Graphics, un perro famélico a la par que sencillo y plano que, a pesar de los pesares, encuentra su llama, esa que persigue Porta en sus canciones.

Leyendas como Bod Dylan o Leonard Cohen han marcado los gustos musicales de Carletti, pero no es de esos que persiguen mitos. Él quiere ser él, encontrarse a sí mismo en este difícil mundo de la música, seguir tocando, grabar un segundo disco y continuar siendo feliz. Sencillez y humildad al servicio de la creación musical. Tomen nota.