Los vecinos reivindican mejoras de seguridad vial en Fuente Higuera

Maite Martínez Blanco
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Denuncian que la velocidad de los coches al atravesar esta aldea es tan elevada que pone en riesgo a los vecinos

Los vecinos de Fuente Higuera, en un instante de la protesta protagonizada en la aldea. - Foto: GAL Sierra del Segura

Los vecinos de Fuente Higuera están hartos. Hartos de ver pasar coches y motocicletas a toda velocidad por el medio de su pueblo, como si la travesía fuese una autopista. En esta aldea de Molinicos viven poco más de 50 vecinos, algunos más en verano. Situada a medio camino, entre Riópar y Elche de la Sierra, la carretera CM-412 atraviesa esta pequeña localidad serrana.

Fuente Higuera ha sido históricamente, y sigue siendo, lugar de parada tras coronar el puerto del Peralejo, aunque las antiguas ventas donde reposaban las reses que salían de Riópar y los carromatos que transportaban madera hacia Valencia, han dado paso a modernos restaurantes que se encuentran en el margen de la carretera. Una carretera que aunque la norma dice que no se puede circular a más de 50 kilómetros por hora, en la práctica son muchos los que no respetan estos límites.

Esta pequeña población se ha desarrollado entorno a la carretera, es lo que les da la vida, por eso los vecinos de Fuente Higuera no quieren que sea sinónimo de muerte.

«Cuando pasan los camiones por la noche, a toda velocidad, las paredes de las casas tiemblan», cuenta Juan Álvarez, vecino de la localidad, que advierte del peligro que hay sobre todo para los niños y la población de mayor edad, «muchos ancianos cruzan sin mirar la carretera o no escuchan la llegada de los coches porque andan mal del oído y a esas velocidades no hay posibilidad de frenar».

Hace ya tres años que vienen clamando a la administración que tome medidas. La Consejería de Fomento es la dueña de esta carretera, integrada en la red autonómica. Si no es posible poner semáforos, por economía, al menos creen que podrían construirse badenes elevados que obliguen a los conductores a frenar y a respetar la limitación de velocidad.

Hartos ya de esperar una respuesta, hace unos días cogieron las pancartas y salieron a la calle aprovechando que es ahora en verano cuando más gente hay en el pueblo. También han iniciado una campaña de recogida de firmas. Esperarán a ser escuchados, pero si no obtienen una respuesta en breve plazo están decididos a venir a la capital a protestar.

El alcalde de Molinicos, José González Osuna, respalda esta petición, «al principio del pueblo hay bandas sonoras, pero no son suficientes, porque la travesía es larga y los coches enseguida aceleran, es un peligro», concluye.