Prestaciones económicas a familias en situación vulnerable. Este es el resumen del trabajo que vienen desarrollando los servicios sociales de base, dependientes del Ayuntamiento de Albacete. Cualquier trámite, cualquier tipo de información y cualquier valoración que un usuario necesite, sea quien sea y venga de donde venga, es derivado a los servicios sociales municipales, encargados de prestar una atención primaria a los colectivos que sufren situaciones económicas y sociales difíciles y complicadas.

Tras el inicio de la crisis allá por 2007, las peticiones de ciudadanos y familias albacetenses a los servicios sociales locales no han parado de crecer, especialmente desde que la falta de empleo y de prestaciones contributivas acaban traduciéndose en el impago de los recibos de servicios básicos, alquileres e hipotecas.

Familias con hijos constituyen así los principales clientes de los servicios sociales de base, que se han convertido en la esperanza de muchos ciudadanos, tanto de los que no se quitan la etiqueta de la exclusión social como de los nuevos pobres, aquellos que antaño pertenecían a la clase media pero hoy no tienen ingreso alguno.

Los duros años de la recesión económica y como esta ha afectado a miles y miles de familias han ido cambiando los perfiles de los usuarios de los servicios sociales y hasta su procedencia, de manera que en los últimos años, barrios como Franciscanos, El Pilar, San Pablo, Fátima y San Pedro Mortero han desbancado en número de demandas a las sempiternas zonas marginales de La Estrella y La Milagrosa.

Una circunstancia que es normal si se tienen en cuenta un parámetro fundamental: los citados barrios agrupan al 43% del total de la población, siendo el barrio de Franciscanos el que, hoy por hoy, mayor volumen de residentes tiene, un total de 18.359. Por detrás figura el barrio del Pilar, con 16.071 vecinos y el 9,3% del total de la población albacetense.

Son datos que aparecen en la memoria elaborada por el sistema de servicios sociales del Ayuntamiento de Albacete, correspondiente a 2014, año en el que tenían registrados como posibles usuarios a 171.800 personas. De ellas, el 25% de los usuarios atendidos -uno de cada cuatro- pertenecían a la zona C de la ciudad, que comprende los barrios Fátima, Franciscanos, Pedro Lamata, San Pedro Mortero, Santa Teresa y Vereda que, en total, reúnen a 44.651 vecinos.

El 18,3% de las personas que se acercaron el año pasado hasta los servicios sociales en busca de información y orientación pertenecían a la zona D, integrada por los barrios El Pilar y San Pablo, donde están empadronados con domicilio 29.360 vecinos, un 17% del total de la población.

El mayor porcentaje. No es hasta el tercer lugar donde aparece la zona A -barrios La Estrella, La Milagrosa y Polígono de San Antón-, que el año pasado aportó un 17,9% de usuarios a los servicios sociales, si bien esta zona cuenta con muy pocos vecinos empadronados, exactamente 5.057. Es decir, que porcentualmente, la zona A es donde existe mayor población en riesgo de exclusión o en exclusión social.

Los servicios sociales del Ayuntamiento, divididos en siete zonas, se encuentran ubicados en despachos de los centros socioculturales de barrio. Su trabajo consiste en desarrollar un conjunto de actividades profesionalizadas tendentes a dar a conocer a los ciudadanos sus derechos, los recursos existentes y los procedimientos o alternativas disponibles ante una necesidad social determinada.

Es así como se van contabilizando los denominados registros IVO (Información, Orientación y vValoración). Cada registro o expediente corresponde a un usuario que, a su vez, puede formular una o varias demandas. En este sentido, los servicios sociales registraron el pasado año un aumento de un 12% en los registros IVO, pasando de los 12.841 que abrió en 2013 a los 14.642 que tramitó en 2014. De estos, el 69% fueron originados por mujeres y el 40,4% por usuarios que contaban entre los 36 y los 59 años de edad. Estos casi 15.000 registros de Información, Orientación y Valoración ocasionaron entonces 20.198 demandas de usuarios, también un 12% más que en 2013, lo que da una idea de cómo se van agravando las situaciones económicas y sociales de los vecinos de esta ciudad, especialmente las familias con hijos menores, que son el colectivo que con mayor frecuencia acude a los servicios sociales en busca de una solución urgente a sus necesidades más básicas. De hecho, las familias presentaron el 91% del total de las demandas.

Pero ¿en busca de qué acuden estas familias a los servicios sociales y de dónde proceden? La memoria que han elaborado estos servicios municipales, a la que ha tenido acceso La Tribuna de Albacete, pone de manifiesto que las prestaciones económicas son el principal motivo por el que estas familias llaman a las puertas de los despachos de los centros socioculturales. La petición de ayudas económicas que puedan solventar su maltrecha hucha supusieron el 45% de la demanda, un total de 8.727, seguida muy de lejos, con un 14%, por la solicitud de medidas de apoyo a la unidad familiar.

Tras estas dos necesidades, cobran también especial relevancia en el informe anual la petición de prestaciones de atención a la dependencia (2.113) y las solicitudes relacionadas con el empleo (1.761). Por zonas de distribución, de nuevo la zona C registra la mayor demanda, con un 36%.

Además de la atención, información, orientación y valoración, los trabajadores sociales también se encargan de elaborar informes para elevar a diferentes órganos o instituciones. En este sentido, destacan los informes dirigidos a la sección de prestaciones no periódicas de los servicios periféricos de la Junta de Comunidades y los dirigidos al equipo técnico de la dependencia, los cuales suponen un 70% del total.