Es músico en el más amplio sentido de la palabra y compagina su faceta docente con la composición, la amenización de eventos, los conciertos como instrumentista de sesión o como miembro de un grupo que hace bolos por toda Castilla-La Mancha e incluso como hombre orquesta cuando las circunstancias así lo requieren. Natural de Riópar, Miguel Galindo, de 33 años, que reside por motivos de trabajo en Alcázar de San Juan, ganó recientemente el premio a la mejor canción original en la primera edición del Concurso de Guitarristas Rock FM Albacete por su Black Hole.
¿Cómo definiría este tema?
Es una canción que compuse para el concurso Yamaha Guitar Hero, donde quedé semifinalista, y también llegué a interpretarla con el grupo albacetense Lady Jazz. Tiene dos riffs bien definidos y una parte más improvisada que va subiendo de intensidad, resuelta en la parte final con un estribillo y de forma más reposada... podríamos definirla como una balada rockera instrumental.
Aunque toca diversos instrumentos, ¿se siente especialmente cómodo con la guitarra?
Fundamentalmente toco los teclados, el bajo y la guitarra y todo depende del tipo de música que haces en cada momento, personalmente me gusta mucho el rock y la guitarra eléctrica, pero también disfruto con el groove del bajo haciendo funk.
¿Tiene referencias que le hayan marcado como intérprete?
Dentro del rock, Queen ha sido quizás el grupo que más me ha influido, junto con otras bandas como Dream Theater; no obstante soy bastante ecléctico y también me gustan mucho artistas melódicos como Luis Miguel, porque pienso que la música sólo puede clasificarse en dos clases: la buena y la mala, lo importante es que la composición tenga calidad y llegue al corazón.
Su faceta como compositor la combina con innumerables conciertos, ¿no es así?
Intento abarcar todo lo que puedo musicalmente hablando, desde dar clases, conciertos con diferentes grupos, tributos... e intento sacar tiempo para componer y desarrollar mi creatividad. Tengo un home studio en casa y allí grabó el material que va saliendo. Podría decirse que la música es mi vida en muy distintos campos.
En lo que respecta a las actuaciones en los pueblos, ¿ha cambiado mucho el mundo de los grupos de verbena?
Sí, la verdad es que la crisis tuvo mucho que ver y si antes eran frecuentes las orquestas grandes ahora tienen más auge los formatos pequeños. Yo incluso funciono como hombre orquesta, con un amplio repertorio, cuando el presupuesto es más ajustado. Me muevo sobre todo por Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo y para este verano tengo ya cerradas más de 20 fechas.
¿Algún proyecto discográfico en ciernes?
Está bastante complicado, aunque me gustaría reunir mis composiciones en un disco, sí tengo un par de grabaciones publicadas con un grupo de Albacete llamado La Espera.