El Gobierno regional empieza tímidamente a hablar en pasado de la crisis. Los presupuestos regionales para el próximo año son, con todos los matices, un ejemplo de esta esperada recuperación. Suben por primera vez en tres años, hasta rozar los 8.000 millones de euros, y también se vuelve a hablar en ellos de incrementos en partidas estratégicas como las infraestructuras, la I+D+i o las exportaciones. Datos que permitieron ayer afirmar a la presidenta regional, María Dolores Cospedal, que «el momento de los grandes ajustes ya ha terminado gracias al esfuerzo de todos».

En concreto, las cuentas regionales para 2014 se elevan hasta los 7.963 millones de euros -un 7 por ciento más- y mantienen, como se prometió, los principios de austeridad, equilibrio presupuestario y control y racionalización del gasto. Y es que, como insistió la presidenta, todos los gastos previstos están «financiados en su totalidad», «a diferencia de lo que ocurría con el Gobierno anterior», que dejó «los servicios públicos al borde del colapso».

Por eso no quiso Cospedal lanzar las campanas al vuelo y dejó claro que estos no son unos presupuestos «expansivos», o no lo son por lo menos a la manera en que se entendía antes este término. Como advirtió, «tenemos la obligación de garantizar unos servicios públicos sostenibles» y por ello las cuentas para 2014 «se han elaborado cumpliendo con el objetivo de déficit del uno por ciento y con el tope de deuda al que podemos llegar, un 30,5 por ciento».

Y aquí entran los matices en las cuentas regionales. De los casi 8.000 millones presupuestados, 1.061 millones se irán en pagar la deuda pública y otros 367 a financiar el déficit. Sin olvidar que la región tendrá que destinar el próximo año 538 millones a amortizar intereses de los prestamos «heredados» del anterior Ejecutivo socialista, 45 millones más que en este ejercicio.

Por tanto, tras restar toda la carga financiera del presupuesto global y los fondos finalistas de la Unión Europa y el Estado, el margen de acción ‘real’ de la Junta cae en algo más de un punto con respecto a este año y se queda en 5.138 millones, el famoso -y ya aprobado por las Cortes- techo de gasto.

En un escenario de prudencia, los ingresos no financieros previstos se elevan hasta los 6.114 millones de euros.  Se compensa la caída de más del 4 por ciento en las transferencias del Estado -por culpa de «un mal modelo de financiación autonómica»-, con un incremento del 4,4 en la recaudación de tributos propios, rompiéndose la tendencia a la baja de los últimos años. Aunque este aumento será fruto de los «signos de recuperación de la economía» y no de una mayor carga impositiva, según aclaró Cospedal. Para 2014 ni se subirán ni se crearán nuevas tasas, según se comprometió la presidenta.

Entrando al detalle, la previsión de ingresos tributarios para el próximo año supera los 3.731 millones, mientras que las transferencias del Estado se quedan en 1.116 millones y las de la UE en 1.162.

Así las cosas, tras dos años de ajustes, Cospedal terminó su intervención dando una palmada en la espalda a su equipo: «Las diferentes políticas de racionalización presupuestaria que hemos acometido a lo largo de estos dos años de legislatura, unidas a las numerosas reformas estructurales para transformar nuestro aparato productivo y con él nuestra comunidad, han surtido efecto».