Los acusados niegan que ellos cambiasen 100.000 euros por papel tintado

I.M.
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La víctima de la estafa dice que «confió» en los imputados, mientras que uno de los juzgados aseguró que el dinero era suyo

Imagen de A.L.K, durante su declaración, y de I.T., en el banquillo. - Foto: ARTURO PÉREZ

«Estoy aquí sólo por la compra de una casa». «No he hecho nada de lo que aquí se ha dicho, sólo intentábamos comprar una casa». Con estas frases pronunciadas por I.T. y A.L.K, respectivamente, quedaba visto para sentencia el juicio que se siguió contra ellos en la sección segunda de la Audiencia por un delito de estafa, y una vez tanto la defensa como la fiscal elevasen a definitivas sus peticiones.

Así, mientras que la segunda interesó la libre absolución, la primera pidió cuatro años de cárcel y nueve meses de multa con una cuota diaria de 12 euros, además del abono a la víctima, L.M.A., de 100.000 euros.

El juicio empezó con el interrogatorio de los imputados, que reiteraron que la única relación que mantuvieron con L.M.A. era para comprarle un piso por parte de I.T. por 100.000 euros que iba a dárselos en mano y que procedían de la venta de una finca familiar en su país de origen Camerún actuando el otro imputado A.L.K. de intérprete y acompañante, Una compra que, no obstante, no llegó a ser porque no se pusieron de acuerdo en el precio final por lo que se fueron, después de, eso si, de tres contactos entre ellos. Negaron, por contra, que le propusiesen negocio alguno, «pues no somos empresarios, ni jeques, ni árabes», o que pensasen invertir siete millones de euros, «porque no los tenemos», así como que le pidiesen dinero, concretamente 100.000 , para luego valiéndose de unos polvos y un líquido se duplicasen una vez fuesen lavados pues, comentó uno, «ni soy alquimista ni químico, además de que era yo el que compraba».

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