El Recinto Ferial, en estado puro

M.M.B.
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Las obras en el histórico edificio descubren los valores perdidos de esta 'joya' albacetense. Sin persianas, ni tabiques, los arcos recuperan el tapial de cal eliminado por años de 'maltrato'

Entre 30 y 40 obreros se afanan cada día en devolver al Recinto Ferial su estado primitivo. Llevan apenas cuatro meses trabajando, pero el estado que presenta el interior de esta singular construcción permite vislumbrar ya el resultado. Bajo los arcos, donde antes había barras de bar; tabiques y paredes alicatadas o con murales pintados, y persianas para clausurar los vanos, hoy no hay nada. Solo un espacio diáfano que invita a abrir el Recinto Ferial a esos 'otros usos' de los que tanto se ha hablado. Los arquitectos municipales y el propio concejal de Infraestructuras, Julián Garijo, se atreven a figurar en voz alta futuras aperturas de este histórico edificio, «aunque solo sea para pasear, el lugar es de lo más evocador», dicen. Hay que recordar que dos millones de euros es la partida presupuestaria que el Ministerio de Fomento ha destinado a rehabilitar este edificio que estaba necesitado de una intervención tan profunda.