Un lustro después de entrar en servicio la línea de Alta Velocidad que cruza el este de la provincia hasta Alicante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) dedicará más de un millón de euros para un contrato que supone actuar en casi dos kilómetros de tramo, debido al mal estado de la zona aledaña a la vía, en el subtramo Albacete-Alpera, en concreto en un tramo a caballo de los términos municipales de Hoya Gonzalo y Chinchilla de Montearagón.

El pliego de condiciones del contrato, recientemente formalizado, explicaba que en ese tramo se da «desprendimiento de cantos y bloques de distintos tamaños como consecuencia del elevado grado de facturación del macizo en algunas zonas y de la disposición de las diversas discontinuidades», rotura de taludes en algunas zonas «que provocan escarpes en coronación y acumulación de material en la cuneta de pie», deslizamientos superficiales y «erosión diferencial en algunos tramos, que origina el desprendimiento de pequeños bloques».