Varios socios del Arca de Noé hablan de «insalubridad» y «oscurantismo»

JOSECHU GUILLAMÓN
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Los denunciantes dicen que se opera en un quirófano ilegal y que falsean documentación

Foto tomada ayer en el albergue del Arca de Noé, en el que se respiraba normalidad. - Foto: José Miguel Esparcia

Varios socios de la Asociación Protectora de Animales y Plantas Arca de Noé han hecho público un documento en el que critican duramente la forma de actuar de la actual junta directiva y denuncian las malas condiciones higiénico sanitarias del albergue y el oscurantismo de la gestión económica.

En el documento, que ha sido presentado ante la Concejalía de Medio Ambiente, se afirma entre otras cosas que la potabilizadora está averiada desde hace al menos un año y que los depósitos de agua no se desinfectan, ni se limpian, lo que provoca problemas «gastrointestinales a los animales».

Además añaden que no hay un control efectivo de las plagas de ratas y ratones, ni de moscas, mosquitos, pulgas y garrapatas.

Por otra parte, indican que la caldera de la zona clínica se estropeó al mes siguiente de instalarse y nunca se arregló.

Uno de los puntos más graves es que subrayan es que hay un quirófano ilegal en el albergue, que «no reúne ni las mínimas condiciones higiénico sanitarias, para añadir después que se usan medicamentos caducados o material quirúrgico sin esterilizar.

En esta línea, afirman que los animales se vacunan y desparasitan (sin pasar la cuarentena) al llegar al albergue y no se vuelve a hacerlo hasta que son adoptados, por lo que si el perro pasa allí años, se corre un «grave riesgo de sufrir un brote de rabia» y añaden que tampoco se les desparasita cada seis meses como obliga la Ley. Los voluntarios denuncian un trato a los animales «pésimo», que hace que algunos perros no sean atendidos «en días e incluso semanas».

Adopciones. Por otra parte, afirman que se priorizan las adopciones extranjeras, frente a las nacionales y que creen que «el motivo es el dinero». En este sentido, cuentan el caso de una socia, que hizo la reserva para adoptar un animal y luego no se lo dieron y lo enviaron al extranjero.

También afirman que los veterinarios falsifican las cartillas de los animales que viajan al extranjero, para que puedan ir a otro países aún siendo menores de dos meses. En ese sentido, aseguran que hay casos de animales que viajan recién operados y citan un caso que observó otra asociada.

Por último, critican la gestión económica, asegurando que desconocen si hay inventarios de libros y cuál es el presupuesto anual, porque no se explican que en 2013 hubiera 117.603,91 euros de pérdidas.

Por su parte, en representación de la protectora, la responsable de voluntariado, Marta Guillén, negaba todas las acusaciones lanzadas por este grupo de voluntarios.

En primer lugar, afirma que la potabilizadora está funcionando, por lo que los animales no tienen problemas gastrointestinales. En cuanto al quirófano, aclara que al albergue van todos los días dos veterinarias para desparasitar, dar pastillas o tratar diversas enfermedades y que cuentan para ello con una sala de curas o enfermería. «Para cualquier operación, los animales se llevan a la clínica, que para eso se creó». En referencia a las adopciones y a la falsificación de documentos, pide que aporten pruebas, porque con cosas como esta «lo único que se consigue es desacreditar a la protectora». «Nosotros tenemos una web y si una asociación extranjera que ha reservado ese perro tiene prioridad y si lo reserva alguien de Albacete tiene prioridad el de Albacete». En cuanto a las cuentas, Guillén asegura que a los socios que lo han solicitado se les han mostrado y que no ganan dinero con las donaciones a otros países. «Mandar a un perro al extranjero nos cuesta dinero, pero si dependiéramos de las adopciones de Albacete, el albergue tendría que haber cerrado hace 20 años. Lo que queremos es que los perros salgan del albergue, preferiríamos que no tuviéramos que contar con la solidaridad de los extranjeros». Lo único que Guillén reconoce  es que ha habido unas actuaciones graves de algunos voluntarios, que han puesto en peligro la vida de los animales, por lo que se han tenido que tomar medidas internas. Por último, afirma que estos hechos han sido denunciados ante la Policía Nacional.