Rocío Márquez: «El Flamenco es pura emoción y sentimiento»

Virgilio Liante
-

La artista onubense, acompañada de Manuel Herrera a la guitarra, ofrecerá una velada flamenca de muchos quilates. Será en el patio de caballos de la plaza de toros, a las 22 horas. Un concierto para el que la recaudación irá destinada a AECC

Rocío Márquez actuará esta noche, a las 22 horas, en el patio de caballos de la plaza de toros. - Foto: J.Martínez

Tiene arte, compás y una gran voz y todo lo que necesita para seguir triunfando en el flamenco después de ganar, en 2008, la Lámpara Minera en La Unión, la catedral del flamenco a nivel mundial. La cantaora onubense ofrecerá hoy (22 horas) una velada dentro de la programación del 59 Festival de Albacete.  

¿El concierto de Albacete es a beneficio de la AECC?

Sí, la verdad es que esta enfermedad se está llevando a mucha gente. Todo lo que pueda aportar para investigación, para fuerza, para ánimo, siempre lo haré. Hay mucha gente que lo supera y tira para adelante divinamente.

Con nueve años se subió a las tablas. ¿Lo del flamenco viene de cuna o le corre por la sangre?

En mi casa cantan bien, mi madre, mi abuelo, mi primo también y cada vez que hay una fiesta en Fin de Año, un cumpleaños o las celebraciones familiares siempre formamos fiestas, pero nadie se ha dedicado profesionalmente a ello, entonces desde chica he escuchado cantar, pero no he tenido un modelo a nivel profesional.

Y esos modelos, como profesional, después de la muerte de Paco de Lucía, Enrique Morente o Moraíto Chico hacen que el flamenco esté más huérfano que nunca. ¿Es difícil buscar a referentes ahora?

Es verdad que se nos han ido referentes muy gordos de golpe, Paco de Lucía, Morente, pero también pienso que aunque se nos han ido hemos tenido la suerte de poder sentir cómo abrían los caminos e intentar, en la medida que podamos, atender las pistas que daban. Existen sus discos y esas grabaciones, por lo menos tenemos la suerte que hayan servido de inspiración muchos artistas.

Y para un artista como usted, con esa juventud y proyección, ¿se debe fijar medir muy bien cada paso que da en su carrera?

Me considero una afortunada. Amo tanto esto, que cuando se me da una oportunidad de subir a un escenario quiero disfrutarlo y aprovecharlo, no sólo por el resultado, sino también por la experiencia que supone. Estas son las cosas que regala la vida y me sigo dedicando al flamenco por estos momentos que tienes, todo tiene sentido para mí y es importante que se mueva algo en la barriga cada vez que subo al escenario, porque lo peor es acostumbrarse a algo tan bello.  

Seguimos sumidos en una espiral de violencia. Ahora es en Israel, Estados Unidos, Ucrania, decapitan a un periodista... ¿Los seres humanos no aprendemos de nada?, ¿somos tan tontos?

Es un horror. Soy bastante idealista y me encanta pensar que se puede salir de ahí. Sí que es cierto que hay mucha gente que parece una rueda de la que no se sale, pero también lo es que con un pensamiento derrotista es más difícil.Este momento es bastante límite y la sociedad está cambiando y hay corrientes sociales que están demostrando que las cosas se pueden hacer de otra forma.

¿El flamenco debe ser un cante reivindicativo?

A mí me gusta respetar la personalidad de cada uno en el escenario como lo hacen Juan Pinilla, El Niño de Elche, El Cabrero, Jerena, son figuras que se posicionan en lo político. Me encanta que cada uno haga lo que siente en cada momento. Yo intento expresar lo que siento, pero, por ejemplo, en Madrid el otro día canté textos de Ernesto Cardenal, Benedetti.

Fue Lámpara Minera hace seis años. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cree que ha sabido aprovecharse del tirón?

Yo hablaría en presente y en futuro porque creo que es una carrera de fondo, como decía José de la Tomasa, pero no es una carrera de velocidad. Es verdad que hay puntos de inflexión en la carrera de uno y para mí el más importante ha sido la Lámpara Minera, pero después de eso hay que seguir paso a paso. Cuando gané la Lámpara Minera me hizo mucha ilusión, pero también recuerdo la gran responsabilidad que tenía de demostrar lo que valía a lo largo del tiempo.

Ha cantado en Nueva York, El Cairo, en Beirut, en Omán, ¿el flamenco es lo más universal después de El Quijote?

(Risas) Es increíble porque el flamenco es emoción pura y sentimiento. Este verano he cantado en Japón, ahora vamos a Brasil y es emocionante ver cómo con un fandango de Huelva puede hacer que a alguien se le caiga una lágrima. Me quedo  con pincelaitas de esas.

¿El futuro está a sus pies?

No, creo que el futuro a los pies de cada uno de nosotros. Somos responsables de nuestra vida, para lo bueno y lo malo. Imagínate la cantidad de campo que se nos abre delante cuando aceptamos eso.