Un hospital puede producir al año cientos de kilos de residuos inorgánicos (como papel o vidrio) y de residuos sanitarios, entre los que se encuentran los biológicos, algunos de ellos peligrosos para el medio ambiente y para las personas. En el caso concreto del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), integrado por el Hospital General y el Perpetuo Socorro, sólo durante 2017 se generaron más de un millón de kilos de residuos de todo tipo. En concreto, fueron 1.156.152 kilogramos, según la memoria de actividad del servicio dada a conocer ayer por el jefe de Sección de Lavandería, Limpieza y Residuos, Santos González García. Pero si importante es la recogida en contenedores específicos perfectamente etiquetados de cada tipo de desechos que se produce a diario en los centros hospitalarios y de salud, no lo es menos el disponer y contar con un circuito limpio para deshacerse de los restos biológicos de las cirugías o de compuestos tóxicos como la quimioterapia.