Sobrevivir al 'bullying'

JOSECHU GUILLAMÓN
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Con motivo de la celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, la albacetense Laura Díaz-Perona cuenta su historia personal de acoso en una exposición fotográfica

Como cada 30 de enero, ayer se celebró el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, coincidiendo con esta fecha, la albacetense Laura Díaz-Perona cuenta su historia de acoso escolar o bullying, a través de la exposición fotográfica Cicatrices, que puede verse en El Corte Inglés.

Los problemas de Laura Díaz-Perona comenzaron cuando cambio de colegio a los 12 años, a un centro que tenía educación primaria y secundaria. «Hubo un momento, en el que no se me aceptó como al resto de los niños. Los primeros días fue bien, pero a partir del tercer día eso para mí era un infierno. Era una sesión continua de insultos y mofas».

Simplemente por ser la última en llegar, sus compañeros buscaron un motivo para meterse con ella. «Yo comía bien, no estaba ni gorda, ni delgada, simplemente bien alimentada y empezaron a llamarme gorda, que si era una foca, un adefesio, mil cosas, solamente por el hecho de ser nueva en el centro».

En lugar de hablar con sus padres y con sus profesores, se encerró en si misma. «A esa edad, ves a los adultos como tu principal enemigo y en realidad son tu principal ayuda. El error que cometí fue no hablar con mis padres y no hablar con mis profesores».

Caer en la bulimia. El problema se fue incrementando. «Yo me ponía los cascos en el recreo, me sentaba en un rincón y me ponía a leer». «Me lo tomé súper mal, caí en una bulimia, estuve mal bastantes años, hasta que un día me di cuenta que no podía seguir así, que lo que los demás pensasen no tenía porque influirme tanto». «Además mi madre se dio cuenta también de que empezaba a caer mala, una y otra vez y un profesor se percató del tema de la bulimia y se lo contó».

En ese momento, Laura Díaz-Perona decidió contar todo lo que le sucedía, algo que supuso una liberación y que se tomarán medidas para acabar con el infierno que llevaba años sufriendo. «Si se tiene esta situación hay que hablar con padres, hermanos, profesores y denunciarlo y decir en alto lo que está pasando, que lo pasas mal, que te están puteando, que no está bien lo que te sucede. Hay que decirlo y no tener miedo a las repercusiones, porque a veces crees que si lo dices te van a llamar chivato y va a ser peor, pero no es así, se van a poner soluciones y te van a ayudar a salir de eso».

Y es que la única forma de salir de una situación de acoso es apoyarse en las personas que te quieren y saber valorarse. «Yo lo superé apoyándome en mi familia y con un ejercicio que recomiendan todos los psicólogos, que es mirarse al espejo cada día y repetirse que lo que digan los demás es lo de menos, que lo importante es lo que uno vale y yo valgo mucho».

Ahora, con 23 años, expone en El Corte Inglés, durante al menos dos semanas, las fotografías de Manuel Talaya, con ella como protagonista, en las que explica todos los estados por los que pasó, desde la oscuridad, hasta la luz.

Una historia que también ha plasmado en un relato, que los asistentes a la exposición, podrán recibir de forma gratuita.

En resumen, se trata de una muestra de valentía y un ejemplo de como sobrevivir al bullying. «Lo que intento yo, con mi relato y con las fotografías es mostrar que se puede salir de ahí y que tienes gente que te quiere aunque en ese momento no lo ves, pero están ahí».