Las obras de mejora en una calle llevan aparejadas inevitables molestias para sus usuarios y vecinos, pero los comerciantes del centro insisten con más ejemplos en que el desarrollo de la primera fase del llamado plan de peatonalización deja mucho que desear. Y es que hay de nuevo operarios en la zona de unas vías que empezaron a ser levantadas en abril, y ahora se actúa de nuevo sobre aceras que ya habían sido terminadas, y sobre las que ya se habían instalado los bolardos de seguridad. Esa es la estampa que ayer podía verse en la calle Marqués de Villores, cerca del cruce con la calle Tinte, donde una máquina levantaba el firme recién instalado para ahora colocar nuevos imbornales por los que desaguar el agua de la calle.

Ese es el fin de los nuevos trabajos, explicaban fuentes del Consistorio, aunque indicaban que se trata de actuaciones puntuales con las que se quiere garantizar el correcto desagüe de las aguas en una vía que ahora tiene rasante única. Desde el Ayuntamiento se aseguraba que estos trabajos no se deben a ningún defecto en las obras llevadas a cabo estos meses, aunque en la zona los comerciantes no comparten esa aseveración. Lo hacía Pedro Antonio Levia, afectado y miembro de la Federación de Comercio de Albacete, donde es tesorero, quien mostraba su enfado por los nuevos trabajos: «Tienen que volver a levantar todo, nos contaban esta mañana los empleados que es porque no se han hecho los desagües que se tenían que hacer; es una obra recién terminada, estaba flamante, ahora levantan otra vez todo, y a lo largo de la calle tendrán que hacer lo mismo en varios sitios para poner esos desagües».