Ni cortar las orejas al perro por motivos estéticos, ni quitar las uñas a los gatos para que no nos arañen el sofá, ni cercenar el rabo de un can para evitar que se lo dañe en una montería. Desde el 1 de febrero están prohibidas estas prácticas gracias a la entrada en vigor del Convenio Europeo sobre protección de animales de compañía. Un texto que se elaboró en 1987 y que España ha tardado dos décadas en ratificar. El presidente del Colegio de Veterinarios de Albacete, José Ángel Gómez, valoró esta normativa que «avala nuestros principios de no hacer daño a los animales de manera gratuita, solo por fines estéticos», pero aclaró que hace tiempo que en la comunidad autónoma no se admiten estas prácticas y que los propios veterinarios llevan tiempo trabajando para que los dueños de las mascotas admitan a los animales tal y como son.