Llevan más de 10 años prestando atención y apoyo de todo tipo a los inmigrantes comunitarios y extracomunitarios que llegan a Albacete. Da igual que sea invierno, verano, que otoño o primavera. Sin embargo, la época estival trae consigo una sobrecarga de trabajo propiciada por la llegada ingente de trabajadores extranjeros en busca de un puesto de trabajo en las campañas agrícolas que se desarrollan tanto en esta provincia como aledañas.

En todo este tiempo que el Colectivo de Apoyo al Inmigrante (Acaim) lleva ocupándose de las necesidades más básicas de estos temporeros, nunca se había enfrentado a un número tan cuantioso de demandantes de empleo en el tajo como el que se ha producido este verano. Y en ningún caso ha sido consecuencia de la llegada de pateras a las costas españolas, sino a dos circunstancias coyunturales: a que en Italia no hay trabajo en el campo y que en España, como consecuencia de la climatología, este año se han retrasado las campañas agrícolas. Se estima, en este sentido, que al menos un 30% de los nuevos temporeros que se encuentran en territorio albacetense proceden de Italia.

El presidente de Acaim, Cheikhou Cisse, asegura que este verano la población de inmigrantes temporeros se ha triplicado con respecto al año pasado, superando los 700 trabajadores que están «malviviendo» en una decena de asentamientos irregulares, que han proliferado debido al cierre del campamento de La Dehesa y a la «falta de previsión» de las instituciones públicas.