El artista de La Gineta falleció de un cáncer de pulmón el 24 de enero de 1928 en el ‘Queen of Angels Hospital’. La ‘Paramount’ se hizo cargo de los gastos de su estancia  en el centro hospitalario y de su enterramiento, ya que el escenógrafo no tenía ni un dólar. Sus restos mortales descansan en el camposanto de las estrellas, en el ‘Hollywood Forever Cemetery’, pero no tiene ni siquiera lápida. Contrariamente a lo que durante años se ha difundido, los restos mortales de Amalio no descansan en una tumba en el mismo panteón que Rodolfo Valentino y Mary Pickford. Ni mucho menos. Los archivos del Hollywood Forever Cemetery indican que el artista fue enterrado en la «sección 5, lote 642, tumba 1», y «unfortunately he does not have a marker», es decir, que el lugar que ocupan los restos mortales del escenógrafo no tienen indicación alguna, marca, señal... «desafortunadamente». Fue enterrado como un personaje anónimo.

Tras su muerte, los servicios diplomáticos españoles gestionaron el traslado de los restos mortales del artista a España, pero nada fructificó. Un año después su viuda insistía en el ‘regreso’ de Amalio. Pero algo falló. Y se ‘quedó’ en California