El Museo Municipal de la Cuchillería acogió ayer el acto de entrega de premios del décimo octavo Concurso de Fotografía sobre la Cuchillería 2018, que presidió la concejal Rosa Gonzalez de la Aleja, al tiempo que se inauguró la exposición de las obras galardonadas y seleccionadas a un certamen al que se presentaron en esta edición 175 instantáneas, remitidas por más de medio centenar de fotógrafos.

El jurado, compuesto por Consuelo López Moreno, Fernando García Cano, Damián García Jiménez y Guillermo García Jiménez, actuando como secretaria Alicia Palacios González, concedió en esta ocasión el primer premio a la mejor colección, dotado con 1.500 euros, a César Dussac por la serie titulada Había una vez un barquito chiquitito. El arquitecto albacetense, de 40 años y que se formó como fotógrafo de forma autodidacta y haciendo workshop, reconocía que le hacía «especial ilusión» este premio, porque fue el primer concurso al que concurrió y ya había obtenido con anterioridad algún accésit, «algo que me animó a seguir evolucionando como fotógrafo... ha sido como cerrar el círculo».

Dussac desveló que se trata de una serie de cinco fotografías que narran un cuento donde el protagonista es un barco de papel que recorre los diferentes elementos de la cuchillería. «He querido transmitir un mundo de ensoñación inspirándome en el mundo infantil, son como cuentos poéticos», aseguraba el autor, que considera este certamen como de los más importantes en su género, «además representa una seña de identidad para Albacete». Considera que todos los arquitectos llevan un fotógrafo dentro, en el sentido de ver el espacio de una forma diferente, y en su caso se ha especializado en la fotografía abstracta y surrealista.

Cabe mencionar que el jurado también concedió tres accésit de 295 euros por fotografías individuales a Diego Pedra por la instantánea titulada Sombras, a Kilo Alcázar y Manuel Casero por Medusa, y al conquense José Ramón Luna con la titulada Caracol.

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