Al cabo de un mes de ver cómo el Río Don Juan baja con más agua que nunca, después de que éste se haya desbordado y tras producir daños en bienes e infraestructuras, incluyendo el Trasvase Tajo-Segura, la Confederación del Júcar acepta estudiar las propuestas de los regantes para evitar que ésta situación se repita.

Así lo dio a conocer ayer el presidente de la Comunidad de Regantes de Balazote-La Herrera, José Manuel Soriano, durante la visita que cursó a la zona el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Javier Cuenca, acompañado del alcalde de La Herrera, Pablo Escobar, para comprobar, en primera persona, el alcance de los daños causados por las aguas en las últimas semanas.

Según Soriano, las medidas que se están estudiando, en estos momentos, son «desviar el agua sobrante hacia el canal del trasvase Tajo-Segura, así como en dos metros la zona de seguridad que debe haber a ambos lados del cauce del río». También se ha planteado la necesidad de «reabrir las antiguas acequias, de forma que el agua se redistribuya a las parcelas» lo que le restaría fuerza a las aguas que bajan desde la Sierra de Alcaraz.

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