El comercio local dice que la libertad de horarios no ha creado más empleo

E.R.J.
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El sector atraviesa, además, una de las peores campañas de rebajas de invierno, en la que la climatología ha influido directamente en la caída de las ventas respecto a años anteriores

Los establecimientos comerciales tienen, desde hace prácticamente tres años, la posibilidad de decidir sus horarios comerciales, desde que se aprobó la normativa que prevé su liberalización. Esto, lejos de impulsar la actividad y de generar nuevos puestos de trabajo, para cubrir esa ampliación extraordinaria de horas, lo que ha hecho ha sido estirar al máximo las posibilidades de las plantillas.

«En los pequeños comercios, que son la mayoría de los que hay en Albacete, no se ha traducido en un aumento de empleos, sino en una modificación de los turnos», explica el presidente de la Federación de Comercio, integrada en FEDA, Julián Sevilla. De esta forma, alerta, «hay momentos en los que sólo hay un trabajador atendiendo el establecimiento».

Esta decisión, defiende el responsable de los comerciantes albaceteños, «beneficia a los grandes, que juegan con más margen y tienen plantillas más baratas y no tienen que hacer frente a las antigüedades», además de la posibilidad de «hacer contratos a media jornada o por horas». Una situación propiciada por la diferencia de los convenios colectivos a la que están sujetos, dice Sevilla.

«Todo lo que suponga liberalizar siempre va a perjudicar al más débil», como ha sido este caso y, lamenta, teniendo en cuenta que «la situación es complicada porque la tendencia es liberalizar».

Negocio repartido. Para la Federación de Comercio, esta decisión normativa no era necesaria, teniendo en cuenta que «no por abrir más días los comercios y en un horario más amplio se vende más» porque, defiende, «la demanda es la que es» y lo que ocurre es que está «más repartida».

Así lo ha comprobado el sector en el periodo de las rebajas de invierno, «el más flojo que recordamos desde hace años» y en el que ha influido directamente, «y no es una excusa», la climatología. La falta de frío se ha traducido en menos ventas de ropa y calzado de abrigo que, por otra parte, es el sector dentro del comercio donde más inciden las rebajas.

Ese escaso éxito es «en parte culpa nuestra también», afirma Julián Sevilla, haciendo autocrítica, porque «llenamos la calle de promociones y descuentos y cuando llega enero, el impacto de las rebajas apenas se nota».

Se vende la primera semana, cuando «antes eran tres semanas de ventas importantes», y el negocio es más moderado porque «desde noviembre estamos con acciones de promoción», como la Noche Mágica, el Black Friday, los descuentos prenavideños y las promociones de las fiestas. Tanto es así que este año, para la campaña navideña, «en muchos establecimientos no se han hecho contrataciones porque no se vendía tanto».