La Sección Segunda de la Audiencia Provincial sentó ayer en el banquillo a un joven que se enfrenta a cinco años de prisión por hacer perder varios dientes a un hombre, hechos que reconoció en parte, ya que sólo admitió que le dio un golpe y en el pómulo. En concreto, el acusado, J.L.P., comentó que había empeñado un par de objetos en la tienda del denunciante y que éste no le había permitido recuperarlos, ya que se había pasado dos días en el plazo establecido para hacerlo. Por ello, sobre las 15,30 horas del 27 de marzo de 2015 se dirigió a una conocida bodega de la ciudad en la que estaba el denunciante con su padre.

El acusado que, según declaró, consumió unas cervezas y una botella de vino con unos amigos le pidió explicaciones. «No le insulté, discutimos, pero pasó de mí».

La agresión. Posteriormente, el joven abandonó el local y se marchó con sus amigos, regresando al mismo un rato después, momento en el que  el denunciante salía del bar con su padre. «Le llamé ladrón y sinvergüenza, le di un golpe en el pómulo, en la boca no le di. El padre se arrimó hacia mí, a darme un golpe y una amiga mía le cogió y cayó al suelo de culo, yo no le empujé».

El acusado no pudo explicar por qué el denunciante perdió varios dientes, si no le pegó en la boca.

En sus conclusiones el fiscal, Faustino García, mantuvo su petición de pena de cinco años de prisión y seis años de alejamiento y el pago de una indemnización de unos de 4.000 euros. Por su parte, el letrado de la defensa, Amalio Sánchez,  afirmó que no estaba de acuerdo con la calificación del fiscal, puesto que el forense hablaba de una patología dental previa y su cliente iba bajo los efectos del alcohol.