Huerta dimite como ministro de Cultura por un fraude fiscal

SPC
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El fisco multó al periodista por cobrar más de 218.000 euros a través de una sociedad limitada

u estancia en el cargo se puede resumir, simplemente, como efímera después de que Màxim Huerta tuviera que dimitir ayer como responsable de la Cartera de Cultura y Deportes, una noticia que se precipitó tras conocerse que defraudó a Hacienda 218.322 euros, aunque él aseguró que es «absolutamente inocente» y que se marcha para evitar «desestabilizar el proyecto regenerador de Pedro Sánchez». Le cogerá el testigo José Guirao, un experto en Bellas Artes, que en la actualidad dirige la Fundación Montemadrid.

Huerta manifestó en la rueda de prensa en la que anunció su decisión que se va «con la misma humildad» con la que llegó al Gobierno hace siete días. Pero no se marchó en silencio. Aseveró que lo que se ha buscado con las acusaciones sobre su condena por fraude fiscal ha sido «minar el proyecto de regeneración y transparencia» del nuevo Gobierno, algo que, según quiso destacar, él no va a permitir. 

El escritor valenciano insistió en que las informaciones publicadas  por un periódico digital hacen referencia no a una condena por fraude, sino a una multa por una denuncia que él interpuso, algo que lamentó porque cree que la sociedad vive «ahogada en el ruido y en la desinformación». Asimismo, aclaró que está «al corriente de sus obligaciones fiscales», después de haber sido aconsejado «como tantos creadores o presentadores». En concreto, explicó que entre 2006 y 2008 facturó a través de una sociedad limitada, algo que «era lo común» y que «no era ilegal en ese momento», tal y como enfatizó, hasta que el Ministerio de Hacienda decidió revisar todos esos casos que afectaron también a otros profesionales, entre los que citó no solo a artistas, sino también a abogados o arquitectos, que habían cotizado de esa manera otros años.