Después de 12 años de proceso del caso Nóos y tras ratificar el martes el Tribuna Supremo la pena de cinco años y 10 meses a Iñaki Urdangarín y de ocho años y cinco meses a su exsocio Diego Torres, ambos tienen hasta el próximo lunes para ingresar en el centro penitenciario que cada uno elija. Por su parte, el expresidente balear Jaume Matas ingresó voluntariamente en el de Aranjuez (Madrid), donde tendrá que cumplir con tres años y ocho meses de pena.

La denuncia de favoritismo hacia el marido de la Infanta Cristina en 2006, convertida luego en instrucción judicial como pieza 25 el caso Palma Arena y finalmente en el juicio más mediático celebrado nunca en el país, fue confirmada por una doble sentencia condenatoria de la Audiencia de Palma y del Supremo. 

El tribunal provincial comunicó ayer por la mañana a Urdangarín, en un trámite de apenas 12 minutos, que tiene cinco días para presentarse en la cárcel que elija e iniciar el cumplimiento de una pena que pone fin a un largo proceso judicial en el que el reo ha pasado de ser yerno a cuñado de Rey.

Hasta el lunes, el marido de la Infanta Cristina, residente en Suiza, tendrá libertad de movimientos. Urdangarín se tuvo que desplazar a Palma para recibir esta notificación judicial, precisamente, el día del 53 cumpleaños de la Infanta, a quien el próximo ingreso en prisión de su marido podría aconsejar un nuevo traslado de residencia con sus hijos después de casi cinco años en Ginebra como coordinadora de programas de la Fundación La Caixa con agencias de las Naciones Unidas.

Ayer, pasada la mediodía, cuando compareció ante la Audiencia de Palma, además de un centenar de periodistas, le esperaba una veintena de ciudadanos indignados que le recibieron a gritos de «Los borbones a los tiburones», «Iñaki Urdangarín, devuelve el botín» y «Urdangarín, trabaja, devuélvenos la pasta».