La Roda CF ganó estima en un escenario muy difícil (2-4)

Área 11
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El equipo de Mario Simón completó un gran encuentro en La Condomina y se impuso al UCAM, uno de los favoritos del grupo, tras una segunda parte enloquecida con seis goles

La Roda sonrió. En casa de uno de los gallitos, los de Simón fueron capaces de doblegar al UCAM, de dar una lección y de aprovechar el mal día de un equipo murciano que no había encajado cuatro goles en toda la temporada y que no había perdido aún en su feudo. Fue una actuación soberbia de los rodenses; más centrados y cumpliendo un papel que pasó por encima, como un rodillo, de uno de los favoritos al play off.

La Roda salió sin lugar en la plaza. Perdido, a merced de un cuadro universitario que fue mejor, que daba dentelladas tempraneras, pero sin hacer sangre por la falta de pericia ofensiva. Pese al aviso inicial de Bello, cuando apenas se llevaban segundos, que detuvo el meta de los visitantes, el bagaje ofensivo de los universitarios se sostuvo en lanzamientos de esquina. Hasta tres, en apenas diez minutos, una forma de alcanzar el área roja con más estrategia que talento en la conducción. Los de Simón seguían desconocidos, sobrepasados por las bandas, sin presencia en el centro del campo y con poca sustancia. Con todo, mediante pelotazos, fijaban la zaga del Ucam en su campo, sin posibilidades de encogerse. Por eso el trabajo de Dani López, con su corpulencia para mantener la pelota, fue un aguijón para un bloque local que comenzó a desinflarse de forma inversamente proporcional al control y crecimiento de los de La Roda.

Titi y Javi Hernández, antes del primer cuarto de hora, habían avisado antes del espejismo en la actitud que dejó a los murcianos tocados hasta más allá del ecuador del partido, cuando una falta directa al borde del área ejecutada por Góngora pudo adelantar a los locales. La actuación de Salcedo resultó determinante para evitar el gol del malagueño. Pero ahí decreció el ritmo de los de Eloy Jiménez. Se vinieron abajo y se ofuscaron. Sin una identidad definida, no le costó un exceso de esfuerzo al equipo albaceteño hacerse con el control en el centro del campo.

Por eso, el argumento comenzó a escribirse a imagen y semejanza de lo deseado por Simón, con más enjundia, con más talante y el control del tiempo. Abrieron espacios, fijaron unos metros más atrás el dibujo de los locales y asustaron, aunque fuera con arañazos. Su papel se había ceñido a un disparo de Fran sin peligro, a los 7 minutos, que detuvo sin problemas Escalona, el que iba a convertirse en protagonista del duelo. Sin un papel inicial estelar, fue determinante el meta riojano en la mejor oportunidad de los rodenses en el primer acto. A un minuto del descanso, Fran se quedaba sólo ante el portero local, le hacía una finta antes de ser derribado por Escalona de forma clara. Pablo García trataba de definir, pero el portero local despejaba a saque de esquina su lanzamiento. En condiciones normales, Escalona debía de haber sido expulsado. De forma inmediata, tras el lanzamiento del córner, Javi Rubio remataba de cabeza ligeramente por encima del larguero local. Lo mejor de los visitantes quedó para el postre.

Pero la reanudación dejó un escenario digno para su desarrollo en manicomios. Enloquecido el choque y la ensalada de errores y disparates supuso que los de Simón se pusieran por delante en un cuarto de hora plagado de errores globales por partes iguales. Primero fue el gol de Góngora, para los locales, en un balón donde ningún defensor acertó a despejar. Pero tres minutos después llegó la resurrección manchega tras la expulsión de Javi Hernández. Además, el central local cometía una pena máxima que esta vez sí acertaba Adrien. Un minuto después, un cúmulo de errores de la zaga local servía para que Fran adelantara a los visitantes. El mundo al revés para los locales, pero justo premio para un bloque que no le había perdido la cara al partido.

En desventaja apareció un nuevo partido para los de casa, desesperados al ataque, con el colista dando bofetadas a un sistema que, en minoría, costó de ser asimilado para los de Eloy. Trataron de empujar ante un equipo visitante que se creció jugando a la contra y que pudo sentenciar en un par de ocasiones hasta el empate de Javi Gómez que ponía las tablas y abría el duelo. Pero poco duró la tranquilidad para los de casa. Un nuevo error en la defensa habilitó a Garrido para marcar de cabeza, en el segundo poste sin marca, el tercero. Hasta el final el equipo de Simón ajustó sus marcas y se afianzó sin perder el sitio ante un UCAM que expuso sus peores credenciales de la campaña. Finalmente, Fran Piera a la contra hizo el 2-4 definitivo.