La quinta edición de la Feria RetroAlba, que acogió ayer la Casa de Cultura José Saramago de la capital fue una de las que más participación ha registrado hasta la fecha y desde la propia organización estimaban la misma en alrededor de 2.500 personas.Los aficionados a los videojuegos y consolas clásicas, a los microordenadores de ocho bits y toda su cultura respaldan un evento que va cada año a más y cuyo principal objetivo es «promover el conocimiento y la divulgación de los videojuegos antiguos y la informática clásica, además de favorecer el reciclaje de tecnología y la reparación como vía alternativa al desecho de tecnología de consumo». El abanico de actividades, la instalación de más puestos de juego y expositores, las charlas de algunos expertos en esta materia, como Joan Barberá o Mauri Fernández, los talleres de videojuegos y consolas clásicas, además de los torneos de clásicos como Ghoulsn Ghosts o The King of Fighters'98 es todo un gancho para amantes de las consolas