El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) se rinde ante el intimismo de más de cuatro décadas de trabajo del artista Jaume Plensa. El centro inaugura hoy una gran retrospectiva del creador catalán, que ayer aseveró durante la presentación de su obra que «en una época de tanto ruido es necesario reivindicar el silencio del arte».

Aunque el propio Plensa se considera escultor, en la exposición, que se podrá visitar en el Macba hasta el 22 de abril, se presenta algún aspecto poco conocido del artista, como su vertiente fotográfica, que demuestra, como remarcó el comisario, Ferran Barenblit, que «su proceso creativo ha transitado por múltiples disciplinas». La exposición exhibe una veintena de piezas.

La obra de Plensa se muestra en Barcelona «22 años y un día» después de su última exposición en un museo barcelonés (Fundación Miró, 1996) y, en paralelo, el Reina Sofía de Madrid presentará un nuevo proyecto del artista, Invisibles, en el Palacio de Cristal.

«En este momento tan convulso que vivimos en todo el mundo, cuando no se cumple ni una coma de la Declaración de los Derechos Humanos, el arte tiene la capacidad de iluminar la vida y eso me da esperanza en el futuro de la humanidad», indicó un reflexivo Plensa.

Esta exposición «pide y construye físicamente silencio, un silencio que hoy es más útil que gritar, en medio de tanto ruido mediático».

Plensa, que cree que «el arte nunca es una dirección, sino que es una consecuencia», ha propiciado que, por primera vez en la historia del museo catalán, se incluya un espacio exterior como si fuera una sala más del recorrido, un lugar situado entre el centro y el cercano edificio del CCCB, en el que ha instalado The Heart of Trees (2007) y The Heart of Rivers (2016).