El área ibérica del Mediterráneo acoge una de las representaciones de arte rupestre más singulares del mundo y de las mejores conservadas de Europa y, dentro de esta zona de influencia, Albacete es la provincia que más abrigos posee de Castilla-La Mancha.Entendiendo el gran valor histórico, artístico y patrimonial que entraña el arte rupestre, levantino y esquemático, el grupo de acción local de la Sierra del Segura ha editado un monográfico sobre las importantes manifestaciones del arte hecho sobre roca que, a pesar de los miles de años transcurridos, todavía se pueden encontrar en esta provincia.Especialmente en las estaciones de Letur, Minateda y Alpera, que junto con la Cueva del Niño de Ayna y el numeroso conjunto de arte rupestre de Nerpio, sobre todo los abrigos del Torcal de las Bodajillas y La Solana de la Covachas, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, el máximo reconocimiento a nivel mundial que puede recibir un Bien de Interés Cultural.