Una tienda de telefonía recién abierta en la esquina de la calle Mayor con la calle Rosario es la última víctima conocida de los robos en comercios de la ciudad. Fue un alunizaje en la noche del jueves al viernes, a muy pocos metros de donde se produjo un robo parecido, en una tienda también de nuevas tecnologías, teléfonos de alta gama, tablets y ordenadores. Tanto en una como en otra, en el momento del robo no había elementos de protección que defendieran el establecimiento de esta forma de delincuencia, empotrar un vehículo antes robado contra la puerta o el escaparate y en pocos minutos conseguir un botín más que suficiente. No hay una oleada de robos que haga aumentar la alerta en estas semanas, pero desde Comisaría se insistía en un mensaje que lanzan muchas veces a los dueños de tiendas y negocios, en particular a los de objetos de más valor: «Hay que proteger los comercios, insistimos una y mil veces», explicaba el comisario jefe José Francisco Roldán.