Castilla-La Mancha modificará su normativa y permitirá las gasolineras sin personal. No queda otra, dicen desde la administración autonómica, sobrevuela la amenaza de la Comisión Europea de sancionar a España por poner obstáculos a la libre competencia. La controversia está servida. La región fue pionera en 2005 cuando, mediante un decreto, obligó a las gasolineras a tener al menos un operario para dar respuesta a los conductores que parasen a llenar sus depósitos. Se permitían las gasolineras de autoservicio, esas en las que el conductor se coloca su guante de plástico y se sirve él mismo, pero siempre y cuando hubiese algún trabajador para atender posibles incidencias. Sin embargo, las llamadas 'gasolineras fantasmas', esos surtidores en los que no hay nadie a quien recurrir, están prohibidas en Castilla-La Mancha desde entonces. Una prohibición que no ha evitado que existan surtidores desatendidos y que tiene los días contados.