Pudo ser peor (1-1)

Juan Carrizo
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La brillante actuación del portero Juan Carlos salva al Albacete de la derrota con el Huesca

El Albacete sumó un empate en su primer partido como local y puede darse por contento después de que el guardameta Juan Carlos se convirtiera en el gran protagonista de la noche al evitar la derrota de su equipo en la recta final del choque. El Huesca fue mejor, tuvo más ocasiones y mostró mejores mimbres que un Albacete a ráfagas, deslavazado y que mostró que todavía le queda mucho que trabajar a Luis César para volver a ver al equipo que la pasada campaña hizo una gran segunda vuelta.

La primera parte fue un constante toma y daca entre dos equipos que parecía tener las cosas más claras en ataque que en defensa. De hecho, apenas unos segundos después de comenzar el choque llegó la primera ocasión para el Huesca, con jugada en el área y disparo de Luis Fernández que sacó con apuros Juan Carlos, que después tuvo que ser atendido al hacerse daño en la acción.

A los cuatro minutos llegó una buena jugada de Santi Jara por la derecha, con centro medido para el  remate de Rubén Cruz y parada del guardameta del Huesca, hoy Whalley en lugar de Leo Franco, con problemas en el calentamiento.

El Huesca estaba muy bien plantado, juntado sus líneas para evitar que el Albacete pudiera mover el  balón con verticalidad y jugando muy rápido en cuanto conseguía robar la pelota, como hizo Camacho con un balón en el centro del campo que envió sobre la portería al ver adelantado a Juan Carlos y que no se coló por el providencial toque del guardameta, que igual que había hecho en Tarragona dejó constancia del acierto en su fichaje.

Santi Jara estaba siendo el más incisivo en el Alba, mientras que Portu aportaba cosas en el mediocentro, pero se echaba en falta más presencia de Jona, las subidas de Antoñito o la calidad de un Samu que aparecía con cuentagotas.

En el minuto 17 una gran jugada personal de Portu estuvo a punto de inaugurar el marcador, pero Whalley salvó con fortuna en el mano a mano con el murciano. Estaba siendo mejor el Alba, tocando el balón y acercándose con peligro al área y en una de esas acciones esporádicas de Samu, el de Belmonte se fue hasta la línea de fondo y en su intento de dar el pase de la muerte el balón rebotaba en Carlos David y se colaba en la portería del Huesca. Era el minuto 20 y el Albacete mandaba en el marcador.

Poco le duró la alegría al Albacete, pues el Huesca se estiró un poco y volvió a llegar con peligro, mostrando la defensa del cuadro manchego algunas limitaciones, con jugadores como Paredes o Pulido, que no parecen estar en su mejor forma. Una acción de Machís por la izquierda terminó con un fuerte disparo que Juan Carlos sacó con muchos problemas. El balón quedó suelto, rebotó el portero y se le quedó franco a un Camacho que no desaprovechó la ocasión para marcar y empatar el partido en el minuto 24.

Con el empate el Huesca pareció más cómodo. Defendía con mucho orden y salía con verticalidad y velocidad. Además, el partido se trabó y el árbitro no estuvo a la altura, con decisiones incorrectas que provocaron el cabreo del respetable, que en buen número había acudido al Carlos Belmonte para ver el primer partido como local del Alba esta temporada.

En la segunda parte el equipo de Luis César salió con decisión, mientras que el Huesca se cerraba muy bien, por lo que era muy complicado encontrar la forma de llegar al área del conjunto aragonés. Luis Fernández reclamaba un penalti en el área del Alba y Machís disparaba de lejos con sentido pero alto. Cuando el Huesca se acercaba, lo hacía con peligro y así una cabalgada de Luis Fernández terminaba con el balón en las manos de Juan Carlos, pero el colegiado señalaba penalti, ya que Miguel Núñez, desde el suelo, había rebañado el balón con la mano para evitar el remate del delantero. Camacho era el encargado del lanzamiento, y enviaba el balón a las nubes, con el regocijo para la afición local.

CONTROL INOCUO. El balón era del Albacete, que tocaba y tocaba sin encontrar la forma de penetrar en el área del Huesca, mientras que el rival salía con fuerza y generaba incertidumbre por la defensa manchega no parecía encontrarse en su mejor momento de forma. Además, cuando tocaba sacar desde atrás, el equipo se rompía y el Huesca lo aprovechaba para presionar y robar la pelota. El Alba empezaba a desinflarse, se perdía confianza y era evidente que el equipo necesitaba oxígeno desde el banquillo, algo de lo que rápidamente se dio cuenta Luis César y puso en liza a César Díaz en lugar de Rubén Cruz, con movimiento de fichas al quedarse Samu en la media punta, Santi Jara en la izquierda y César Díaz por la derecha.

Pero el equipo seguía mostrando los mismos síntomas, partido en la medular y con pocas fuerzas para llegar a la portería rival, mientras que el Huesca parecía más fresco y con las ideas más claras. Luis César volvía a mover ficha, con un doble cambio, dando entrada a Diego Benito y Cidoncha por Edu Ramos y Santi Jara.

El Alba lo intentaba por la banda derecha con las incorporaciones de Antoñito y en el minuto 76 un centro suya casi se convierte en otro gol en propia puerta del Huesca, ya que Morillas toca con la cabeza, el balón pasa por encima del portero, toca en el palo y se pasea por delante de la línea de gol, sin que César Díaz pueda rematar al llegar al balón ya sin ángulo.

El partido se volvió loco y el Huesca pudo marcar en un grave error de Miguel Núñez que dejó sólo ante el portero a Machís, pero Juan Carlos mostró sus condiciones en el mano a mano y salvó los muebles con una gran intervención. Ya en el tiempo añadido, otra vez Juan Carlos resultó providencial, primero al sacar con la ayuda del palo un tremendo remate de Bambock y después en el posterior córner al evitar el gol tras remate de cabeza de Cristian Fernández.

Mucho tiene que mejorar el Albacete para ofrecer garantías de que la temporada va a ser mejor que la pasada. De momento no pierde, pero tampoco enamora.