Unos padres exigen que su hijo vuelva a tener un auxiliar en clase

M.D.M.
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Lamentan que el niño necesita esta ayuda y que «se la quitaron de una día para otro»

Javier García y Pilar Serrano, ayer, con los informes médicos que tienen de su hijo. - Foto: J.M.ESPARCIA

Pilar Serrano y Javier García son padres de un niño de seis años con una discapacidad reconocida del 77%, que padece hemiplejía derecha y que tiene muy mermadas sus capacidades para valerse por sí mismo, según lo atestiguan un sinfín de informes médicos que estos padres acumulan desde que el pequeño tenía 17 días de vida.

En 2012, comenzaba la lucha de estos padres con Educación. Entonces recogían firmas para conseguir que su pequeño contara con la denominada figura del ATE (auxiliar técnico especializado) en clase. Tras varios días por las calles de Albacete haciendo públicas sus reivindicaciones lograban el objetivo.

Su «alegría», como ellos mismos recordaban ayer, se volvía mayor todavía este verano, cuando el 31 de julio veían publicada una orden de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas, firmada por Leandro Esteban, por la que se creaba la plaza de ATE en su colegio de Santa Ana.

El 12 de septiembre su hijo volvió a clase y lo hizo contando con la ayuda de esta persona especializada. Pero a los pocos días, «y sin avisarnos», se enteraron de que al menos esa auxiliar ya no estaba allí, la habían trasladado a otro centro de la capital.

Desde entonces, estos padres buscan una respuesta convincente en Educación que no han encontrado. «Nos dicen que es porque se levanta y se sienta», indicaba ayer la madre, que puntualizaba que «mi hijo necesita un auxiliar porque es sus manos y sus ojos». «No es consciente del peligro; no puede ir al baño solo porque no mueve para nada el brazo derecho o no puede comerse el almuerzo», apuntaba. «Desde que no está la auxiliar, en los recreos tiene que estar pendiente de él mi otra hija, de sólo ocho años, o sus primos, que también son pequeños». Por eso exigían la vuelta de este recurso, que están dispuestos a reclamar en los juzgados.