La almendra se viene arriba y Albacete es la provincia de la región mejor situada para aprovecharse de este auge. Las cifras cantan por si solas. En la Lonja de Reus, una de las que marcan la referencia para este cultivo, la variedad común cotizaba  hace una semana a siete euros el kilo; la largueta, a 7,35 y la marcona, a 7,6 -en los tres casos, se trata de precios para almendra grano.

Dos meses antes del inicio de la campaña - finales de agosto- las cotizaciones eran todavía mayores, 8,72 euros de promedio. En estas condiciones, no resulta de extrañar que, en nuestra provincia, el cultivo haya experimentado un notable crecimiento.

De acuerdo a los últimos datos sobre el cultivo facilitados por Cooperativas Agroalimentarias en Castilla-La Mancha, entre 2013 y 2014, en Albacete se pusieron en explotación 1.740 hectáreas nuevas de almendros, el 58% del incremento en la comunidad autónoma para el mismo período.

En cuanto a las previsiones de cosecha -oficialmente, la campaña termina en noviembre- el Ministerio de Agricultura prevé, sólo  para Albacete, una cosecha de 13.424 toneladas, el 40% de toda la producción regional.

Es preciso señalar, no obstante, que estos datos no tienen en cuenta las consecuencias de la última cadena de tormentas que azotaron la provincia de Albacete durante los meses de agosto y septiembre, de forma que podría haber alguna alteración.

Estas cifras, aún provisionales, son mayores que las del año 2014, cuando se recogieron casi 11.300 toneladas. Pero el salto aún fue mayor un año antes, ya que la cosecha del 2013 fue de ‘sólo’ 5.965 toneladas, siempre de acuerdo con  los datos facilitados por el Servicio de Estadística del Magrama.

El técnico sectorial de Cooperativas Agroalimentarias, Jesús Ángel Peñaranda, señala que «la evolución de la almendra ha sido correcta, de ahí que la previsión sea superior a la del año pasado, a pesar del verano tan seco y de los daños por piedra en algunas zonas».

Peñaranda destacaba cómo, a medida que el precio iba subiendo, este cultivo «ha ido pasando de ocupar parcelas marginales de pequeño tamaño, a ir estableciéndose en parcelas mayores  y de mejor calidad agronómica».

Pero esta expansión también ha causado problemas. Uno de ellos es que la expansión del cultivo «ha vuelto muy complicado encontrar planta, a no ser que la reservemos con meses de antelación, lo cual está provocando un incremento, con respecto al año anterior, de los costes de compra de en torno a 50 céntimos de euro por unidad de planta injertada».

ROBOS EN CADENA. El otro problema es de orden público. Ya en agosto, Almendras Sierra del Segura, la principal cooperativa de la provincia, recomendaba en agosto «llevar el producto lo antes posible a las instalaciones de la cooperativa» para evitar robos en fincas y almacenes.

Y no se trataba de un consejo vano. A los pocos días del inicio de la campaña, la Guardia Civil de Tráfico sorprendía en la A-30, a la altura de Hellín, a un joven de 24 años que conducía una furgoneta con 600 kilos de almendra, presuntamente robada.

Pocos días más tarde, componentes del Puesto de Hellín localizaron en kilómetro 317 de la N-301 kilómetro 317 un tractor con remolque el cual había sido sustraído días atrás en Fuente Álamo cargado con 2.500 kilos de almendras.

Pero el récord provincial se batió al mes siguiente, en Liétor, cuando la Guardia Civil recuperó , también en un control de carretera, en este caso a la altura de Tobarra, 5.000 kilos robados en la pedanía de Casablanca.

DURACIÓN. La pregunta que todo el sector se hace, dentro y fuera de Albacete, es hasta cuándo aguantará esta situación. Una pregunta a la que se buscó respuesta durante  el Simposio Nacional del Almendro y otros Frutos Secos, celebrado recientemente en Lleida.

En el marco de dicho evento, al que asistieron 600 expertos de todo el mundo, se subrayó que  el alza de precios se debe al incremento de la demanda mundial, sobre todo desde Extremo Oriente, y al desplome de la principal área productora, el estado  de California, en los EEUU, del  cual salía el 82% de la producción mundial hasta que, hace tres años, llegó una ‘megasequía’  que todavía persiste.

Por esta causa, hasta que las nuevas plantaciones en otras zonas de los EEUU y Australia sean plenamente productivas, la previsión es que se mantengan los precios elevados de este fruto seco en el mercado mundial.

No obstante, durante el simposio también se destacaron algunas diferencias significativas entre el sector californiano y el español. La principal, que los almendros españoles están en explotaciones de secano, mientras que los americanos se riegan.

De esta forma, aunque la superficie en explotación de ambos países es similar -en torno a las 400.000 hectáreas- la producción española es solo el cinco por ciento de la norteamericana, mucho más intensiva.