Más de 1.360 kilómetros separan por carretera Albacete de Orbassano, localidad del área metropolitana de Turín de donde el martes salió con su coche y su hijo recién nacido Enzo Costanza. La búsqueda que desde entonces hacían familiares y policía de varios países terminó ayer por la mañana, cuando Costanza era localizado y arrestado en un centro comercial de la capital. El hijo, que hoy cumple 18 días, se encontraba en buen estado, aunque fue llevado a un centro médico albacetense para confirmar su situación. El padre fue a parar a Comisaría, en virtud de la orden internacional lanzada por la policía italiana para localizarle por «secuestro parental».
La Policía Nacional avanzó por la mañana la localización en Albacete de Enzo Costanza, haciendo oficial las informaciones que llegaban desde Turín e Italia. Dichas informaciones no confirman que hubiera un motivo para esta escapada. El martes, a las 13,30, la mujer de Costanza se bajaba del coche familiar para comprar en un supermercado. Cuando salió, padre, hijo y vehículo habían desaparecido. De Costanza se sabe que estaba en tratamiento psiquiátrico desde 2006, según las informaciones de Italia, y la Policía Nacional indicó ayer por la tarde que «podría encontrarse bajo tratamiento psiquiátrico y tener prescrito el uso de un medicamento antipsicótico», debido a que «podría sufrir trastornos mentales». Sin embargo, en su familia no habían visto síntomas de que pudiera escapar con el bebé.
SEGUIR LA PISTA. El seguimiento policial de la huida documentó el pasó del coche de Enzo Costanza por Lion, en Francia, el miércoles por la mañana. Después también se le siguió la pista en Valencia capital, el jueves, y también en Ciudad Real, donde repostó en una gasolinera. Según informaban en una rueda de prensa desde Italia los Carabineros, el jueves por la noche padre e hijo podrían haber vuelto a Valencia por causas no aclaradas, para retomar el viaje y detenerse en Albacete ayer por la mañana. Un nuevo pago de la tarjeta bancaria de Costanza hizo que una patrulla policial se personara de inmediato en el centro comercial, para proceder a interceptar al padre que se encontraba con el bebé.
UN VIAJE «RELIGIOSO». La Policía Nacional informaba también del posible destino del viaje: la ciudad portuguesa de Fátima, aunque no se daban más explicaciones de por qué se tiene esta sospecha. Todo lo más, del ámbito de su familia los medios italianos se hacían eco de que el hombre, en los últimos meses, se había convertido en un «católico» muy activo, y se apuntaba a un fin «religioso» del frustrado viaje.
Según la información de la rueda de prensa italiana, ayer por la mañana el ahora detenido a su mujer para decirle que el bebé no corría peligro: «El niño está bien, te lo devolveré pronto; conmigo no sé qué pasará».