El mundo mira a Filipinas y a la tragedia causada por el tifón Haiyan, y muy de cerca lo ha podido ver una religiosa albaceteña de adopción como es la hermana Isabel, exdirectora del colegio Dominicas de la ciudad, quien desde hace tres años es misionera en una comunidad cercana a la capital, Manila.

Desde el Obispado y desde el colegio albaceteño donde fue directora se tienen noticias de que la hermana Isabel (Isabel Martínez de Castro) se encuentra bien, aunque al igual que sus compañeras de comunidad muy afectada por la situación en que ha quedado la población del país donde trabajan. La misma noticia tienen en la congregación de Dominicas en España, desde donde la hermana Virtudes informaba a La Tribuna de las últimas noticias recibidas desde Quezon, la ciudad del área metropolitana de Manila donde as dominicas tienen una de sus tres comunidades en el archipiélago filipino: «A mediodía hemos recibido un correo electrónico de ellas, porque por teléfono ahora es muy difícil comunicar. La comunidad está bien, porque en esa zona del norte el tifón ha afectado menos, así que por seguridad física se encuentran bien».

SITUACIÓN «TRÁGICA». Esta portavoz de la congregación indicó que donde trabaja la hermana Isabel hay seis religiosas, además de cuatro estudiantes y dos postulantes, y todas se encuentran «muy afectadas, muy tristes, intentando ayudar, porque la situación del país es trágica», con cifras impactantes: unos 10.000 muertos en la isla de Leyte (también al sureste del país), más de 600.000 personas desplazadas de sus hogares, y más de nueve millones de personas afectadas según la ONU. En el caso de la congregación donde vive la hermana Isabel, la hermana Virtudes apuntaba además que «una de las postulantes es de Samar, que es una de las islas donde más ha afectado el tifón, así que están preocupadas porque no pueden comunicar con sus familiares», aunque insistía en que la situación de esta comunidad no tiene nada que ver con las zonas devastadas por el Haiyan.

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