¿Qué hacemos en estos 780 metros de calle?

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
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Comerciantes y vecinos se implican en sugerir qué hacer para dinamizar todavía más el bulevar de Isabel La Católica, una acción que financia la Unión Europea con 62.000 euros

La fuente de la plaza de Isabel II es el corazón de este bulevar. - Foto: JOSÉ MIGUEL ESPARCIA

Son 780 metros de bulevar. Casi un kilómetro de agradable paseo, que permite caminar sin las estrecheces de las aceras y protegido por las sombras de los árboles en verano. Un recorrido que conecta el centro de la ciudad con nuevos barrios de la periferia nacidos estos años del boom del ladrillo, como los Llanos del Aguila o la barriada de Imaginalia.

Hablamos del bulevar de Isabel La Católica y Menéndez Pidal, una avenida que tiene a un lado el barrio de Cubas-Industria y al otro lado El Pilar. Una zona rica en comercio y establecimientos de hostelería a la que se quiere dar un impulso. Este «auge comercial» y el convencimiento de la bondad de desarrollar iniciativas para impulsar los negocios locales en otros barrios, más allá del centro, han llevado al Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) a elegir el bulevar para poner en práctica el proyecto Placemaking Four Cities.

La existencia de la Asociación de Empresarios del Bulevar (Asebu) también ha sido decisiva, «que haya una asociación activa y participativa, que se preocupa y ocupa del lugar facilita mucho el trabajo», destaca el concejal de Empleo y Comercio, Juan Marcos Molina.

<b>Recogida de propuestas.</b> Pero, ¿qué es eso del placemaking? El propósito es mirar el bulevar como un todo integrado, un espacio que resulte atractivo para los vecinos, en el que quieran estar y repetir. No simples lugares de paso. «Queremos transformar lugares urbanos, en sitios atractivos para la población, los negocios y los visitantes», se dice en la documentación del proyecto. El propósito es que el bulevar sea escenario de asuntos cotidianos, pero también de actividades recreativas y sociales.

Para empezar, se han colgado carteles invitando a los vecinos a participar: «Queremos mejorar la zona...¿tú como lo harías?», preguntan a los albaceteños que transitan por este paseo arbolado y le invitan a hacer llegar sus sugerencias al correo de la Asociación de Vecinos (la dirección es cubas-industria@gmail.com). Y es que conseguir involucrar a los ciudadanos es una de las claves de esta práctica, del placemaking.

Con estas propuestas y en reuniones como las que ya se han celebrado con las asociaciones de vecinos y comerciantes, se decidirá qué acciones emprender. El concejal explicó a La Tribuna que no se trata de hacer inversiones en infraestructura, no en vano estas dos avenidas se renovaron hace solo cuatro años con cargo al Plan E, entonces se invirtieron 2,2 millones de euros en renovar todo el adoquinado, las conducciones y el alumbrado de este paseo. Sino que más bien se está pensando en organizar actividades y planificar una serie de acciones que dinamicen el lugar.

«No estamos pensando en invertir el dinero en arreglar la calle y poner bancos, son acciones de dinamización en las que confluyan los intereses de los comerciantes y las de los vecinos», explica Juan Marcos Molina para quien, además, es muy importante que lo que se acuerde hacer sea realizable, viable. Para estas acciones se cuenta con un presupuesto que viene de Europa, 62.000 euros, y también con un calendario marcado: hasta agosto hay plazo para diseñar las acciones, que eso sí deben ponerse en marcha antes de marzo del año próximo.

«Placemaking puede incluir todo -reza la presentación de esta iniciativa-, desde jardines a festivales, áreas de juego a restaurantes, regenerar construcciones vacías a pintar murales en edificios». El concepto no es nuevo, sino que se viene aplicando desde hace años en todo el mundo. Hay iniciativas como pintar de colores los pasos de cebra de Bogotá para evitar atropellos de peatones a experiencias en norteamérica que han consistido en sacar al aire libre actividades que se hacen en el interior de edificios, como puede ser una biblioteca o un comercio en concreto. Incluso en Nueva York se ha probado a jugar con mobiliario urbano móvil, instalando sombrillas y sillas móviles, una especie de terrazas para los vecinos, no solo para clientes de restauración.

Ya en estos años, el bulevar ha sido escenario de algunas actuaciones que han servido para atraer público al paseo y aportarle un valor añadido. Ahí están la Feria del Libro que se monta en fechas navideñas o la Compra con Sabor, una feria gastronómica que se organizó el año pasado en el paseo con notable éxito y que se volverá a celebrar este año aunque la fecha aún está por decidir.

Son actuaciones que ha impulsado la Asociación de Empresarios del Bulevar, contando con el apoyo del Ayuntamiento de Albacete. En este sentido, el concejal de Comercio recordaba que dentro del convenio que año tras año se firma con la Federación de Comercio de Albacete se han ido incluyendo medidas de apoyo a otras áreas comerciales diferentes al centro de la ciudad, como puede ser el bulevar o los mercados municipales.

La Asociación de Empresarios del Bulevar dio sus primeros pasos en el año 2010, cuando comerciantes y negocios de la zona comprendieron la importancia de unirse y tener una voz común ante las obras de reforma de la avenida. Su unión se ha mantenido y desde entonces han trabajado por dinamizar esta importante zona comercial y de ocio de la ciudad. Hoy cuentan con unos 60 asociados y su voz se escucha en los foros de comercio de la ciudad.