Las exportaciones de la provincia a Brasil se triplican desde 2008

MARCELO ORTEGA
-

Las empresas albacetenses facturaron el pasado año más de 9,6 millones de euros

Promoción de viviendas hecha por la firma albacetense Albarío en Brasil. - Foto: Albario

Brasil ha vivido esta semana unas nuevas elecciones presidenciales y la reelección de Dilma Rousseff, y la noticia ha sido seguida de cerca por las empresas de la provincia que tienen inversiones e intereses económicos en dicho país. La estabilidad es precisamente uno de los puntos «fuertes» para quienes compran o venden en Brasil, y aunque todavía no es uno de los países punteros para las empresas exportadoras de la provincia sí es cierto que el volumen de negocio casi se ha triplicado desde 2008. En el pasado año Albacete «vendió» en Brasil productos y servicios por valor de 9,6 millones de euros, cuando en 2008 esa cifra era de apenas 2,6 millones. El número de operaciones comerciales también es muy diferente: 65 en 2008, y 116 durante 2013.

Desde el departamento de Internacionalización de la Confederación de Empresarios, Evelyn Moyano explicaba qué ventajas y desventajas tienen las empresas albacetenses para ir a Brasil a buscar negocio: «Es un país con un sistema bancario estable y hay garantías para la inversión, una de las mejores economías de América del Sur. También hay sectores protegidos por el gobierno, y ciertas medidas proteccionistas, como la obligación de contar con cierto número de trabajadores nacionales; eso los inversores tienen que saberlo». Moyano señaló que en cualquier caso «es un ámbito propicio para la inversión extranjera», aunque Albacete no destaca por el momento.

Otras empresas han optado por implantarse en Brasil, y ese es el caso del sector de la construcción. Albarío es una empresa de signo albacetense que empezó a funcionar en Brasil en febrero de 2010. Uno de sus socios, Virgilio Martínez, explicó que «hemos hecho ya una promoción de vivienda renta libre, dentro de unos planes de vivienda como aquí sería la VPO; hicimos una promoción y ahora viajo para allá porque empezamos otra de 36 apartamentos». Martínez señaló que el país «es uno de los más restrictivos que conocemos, cuesta tiempo y dinero». Las trabas pueden ser muchas para muchas cosas: «Llevar maquinaria que aquí tenemos parada es casi imposible; queremos llevar también a un encargado de aquí, y eso nos obligará a contratar a varios trabajadores de allí».