Alrededor de 1.500 personas se dieron cita anoche en la emblemática Plaza del Altozano para presenciar el epílogo de los Carnavales: el simbólico Entierro de la, Sardina. Como manda la tradición el ritual volvió a repetirse y poco antes de las 20,30 horas el fuego purificador daba cuenta de la pequeña carroza que portaba esta escultura efímera. Previamente, se entregaron los premios del Concurso de Disfraces y de la Muestra de Chirigotas.