En los últimos años, la bicicleta ha irrumpido de forma tan significativa en las ciudades, que hasta la DGT aprobó una nueva normativa para ciclistas, de obligatorio cumplimiento por los ayuntamientos, si bien en el panorama nacional determinadas ordenanzas municipales han introducido un articulado mucho más duro o más suavizado respecto a la norma estatal.
Los responsables de garantizar la seguridad en la ciudad tienen claro que, ante el incremento de usuarios en bici, la regulación es muy importante. Después de superar la fase de información, la Policía Local de Albacete ha empezado a multar a aquellos ciclistas que infringen alguno de los preceptos de una normativa todavía desconocida para la inmensa mayoría. Quizá lo más popular ha sido la obligatoriedad de utilizar el casco para menores de 16 años en las zonas urbanas, pero el reglamento va mucho más allá.
No en vano, las 25 multas que la Policía Local puso la semana pasada a otros tantos ciclistas fueron por circular por la acera, una práctica absolutamente prohibida, si bien tampoco está permitido que los peatones caminen por el carril-bici. El jefe de la Policía Local de Albacete, Pascual Martínez, recuerda una de las normas fundamentales de este reglamento de Tráfico: «El ciclista no puede circular por la acera; lo tiene que hacer obligatoriamente por el carril-bici y si no existe, por la calzada». Sólo y de forma excepcional por parques, jardines y zonas peatonales, el ciclista podrá circular pero «siempre que no contraiga peligro y conduzca al ritmo que andan los peatones». Otro hábito erróneo de los ciclistas urbanos es creer que tienen preferencia en los pasos de peatones. Según la última normativa de la DGT, el ciclista ni siquiera puede cruzarlo transversalmente para hacer un giro, un cambio de sentido o para cruzar a la acera de enfrente, salvo que se baje de la bicicleta y la lleve a pie, en cuyo caso sí gozaría de prioridad porque dejaría de ser un ciclista para convertirse en peatón. Y, por supuesto, la Policía Local de Albacete multará a todo aquel ciclista que incumpla la norma general de circulación, no respete las señales horizontales y verticales, como los semáforos y las señales de Ceda el paso y Stop, circule en sentido contrario o pedalee con una tasa de alcohol en sangre elevada.
Por el momento, los agentes no han detectado en sus vigilancias a peatones ocupando el carril-bici ni a vehículos que exceden los 30 km/h. que figuran en las rutas ciclistas, donde apenas un 1,5% de los vehículos controlados supera este límite de velocidad, según Pascual Martínez.
Lo que todavía se desconoce es cuándo entrará en vigor una nueva norma de la Dirección General de Tráfico que vendrá a regular las condiciones de la bicicleta como vehículo, respecto a su identificación, seguro, etc.