Hace 24 millones de años, las montañas que hoy forman la Sierra del Segura tenían un aspecto muy diferente al actual pues, en realidad, eran una gran planicie que estaba bajo las aguas. Pero la presión hacia el norte de la Placa Norteafricana empezó a comprimir de forma lenta, y al mismo tiempo con fuerza colosal, los terrenos que la separaban de Iberia.Tras varios millones de años de colisión continua, los terrenos se elevaron, para formar un mar poco profundo; después, los fondos marinos emergieron y se comprimieron más, elevándose hasta formar las montañas actuales. Pero el agua no se fue del paisaje, siguió actuando, formando paisajes únicos, como los que hoy rodean la localidad Letur, que es como «un gran delta de rocas que avanza sobre un frente de cascadas». Todos estos procesos han dejado restos, indicios y cicatrices que permiten reconstruir millones de años de historia en un breve recorrido y ése era, precisamente, el objetivo del Geolodía 2018.