Antonio López espera que el proyecto del Museo continúe

Emilio Martínez
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El pintor de Tomellloso admitió tener «algunas dudas» durante el curso de verano de la Universidad Complutense con protagonismo de Albacete, merced a Cuerda y Martínez Cano

«Yo espero y deseo que sí». Fue la escueta respuesta del mítico pintor Antonio López, considerado el más importante y conocido mundialmente de la actualidad de entre los españoles, cuando se le preguntó sobre el futuro Museo de Arte Realista de Albacete, en el chalet de Fontecha, donde estaba la Cámara de Comercio, y que recogería muchas de sus obras y de otros colegas de similar catadura. Fue durante uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, celebrado los pasados lunes y martes en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y dirigido por el albaceteño José Manuel Martínez Cano, con un gran cartel de ponentes y en el que Albacete tuvo un gran protagonismo.

El pintor y escultor tomellosero, que participó en la segunda jornada para debatir sobre Realismo y sensibilidad: una mirada retrospectiva, explicó muchas de las claves de su arte, sobre todo en el pictórico, desde sus inicios en su localidad de nacimiento hasta la actualidad, pasando por su llegada a Madrid y las distintas etapas de sus creaciones, en una charla de enorme didactismo y amenidad seguida con gran interés por los alumnos matriculados en el curso. A su conclusión se abrió un coloquio en el que se le hizo la pregunta sobre el Museo.

Fueron muchas las cuestiones que se le plantearon, con la coordinación y dirección de Martínez Cano, por una audiencia rendida también a la sencillez de este artista. Y la apuntada arriba fue la corta frase sobre del artista sobre el prometido Museo de Albacete, cuya firma de acuerdo se llevó a cabo hace casi un par de años -el 3 de septiembre de 2013- con la rúbrica del propio Antonio López, así como de las entonces tres máximas autoridades de las instituciones implicadas en el futuro centro: la presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; la alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, y el presidente de la Diputación, Francisco Núñez.

Una frase dicha sin mucho entusiasmo y que pareció no convencer en demasía a quien le había formulado la pregunta, que insistió en si estaba seguro de que se iba a llevar a cabo y de si los nuevos responsables políticos de ciudad y provincia, le habían dicho algo. Antonio López se extendió algo más, al admitir «tener algunas dudas razonables» sobre si finalmente se iba a llevar a cabo el Museo, así como que nadie de esas autoridades o en su nombre le había llamado y tampoco las anteriores desde hacía meses. Aunque añadió nuevamente que su deseo es que no hubiera problemas y que le seguía ilusionando como cuando se le propuso.

También, para cerrar un asunto en el que parecía no estar muy a gusto ni querer extenderse, agregó que los cuadros que iba a ceder, «en préstamo, no en donación», precisó, iban a ser los mejores de su obra y de los muchos que posee de otros artistas del realismo y la figuración. Por ello remató: «En fin, ya se verá». Eso sí, Albacete recibió muchas palabras cariñosas del artista cuando fue presentado por José Manuel Martínez Cano -«es todo un lujo tener entre nosotros a este enorme artista de talla mundial del que tanto podemos presumir los españoles en general y los manchegos en particular», expuso- y recordó el enorme éxito de su exposición en Albacete en 1985, que precisamente recibió visitantes de muchos otros países porque llevaba sin exponer en España desde 1961. Antonio López, poco amigo de escuchar alabanzas a su persona, admitió que en efecto aquella muestra en el Museo de Albacete fue «fundamental» en su carrera. Porque aunque ya iba siendo conocido y se hablaba mucho de él en España por la repercusión e impacto de los cuadros que colgó en Nueva York en 1965 y 1968 e incluso en Turín y París en 1972, en nuestro país no había realizado ninguna muestra desde la citada en1961 en la madrileña Galería Biosca, al frente de la cual estaba Juana Mordó, a la que recordó con cariño. Además, en ese año de 1985, también recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Un gran cartel. También Albacete fue muy destacado en el siguiente conferenciante, nuestro paisano José Luis Cuerda, responsable del tema La Transición a través de la pantalla -por cierto que el director de cine aseguró, de entrada, que lo de la transición era adecuado «porque ahora estamos en otra transición… hacia la Edad Media con el recorte de derechos como la Ley Mordaza y otros muchos que sufrimos»-, en el que volvió a mostrar su sarcasmo, retranca y habitual sentido del humor. Merced a todo lo cual, su charla y coloquio posterior fue la más divertida, siendo de nuevo Albacete, con las anécdotas de Cuerda, protagonista a tope. Lo que provocó la expresión en voz alta de uno de los alumnos y jaleada por casi todo el resto: «Madre mía, cómo están los albacetenses y que suerte tienen».

También al término del curso -que concluyó con una mesa redonda titulada Así se hizo la información de la Transición con tres periodistas de la época como Luis del Olmo, Victoria Prego y Fernando Jáuregui- los estudiantes, a los que se sumaron los que asistieron en calidad de oyentes, rodearon a su director para felicitarle por el «inigualable cartel de ponentes», el altísimo nivel de todos y lo mucho que habían aprendido, aparte de los créditos sumados. Martínez Cano, con humildad, les agradeció las palabras y les respondió que era verdad que el cartel era muy bueno: «Pero el mérito es de ellos».  

Un mérito en el que no se puede olvidar -además de a su secretario, Jorge Fernández Arribas, director de la Escuela de Periodismo y Comunicación, y a la coordinadora Antonia Cortés- la participación de dos historiadores tan relevantes -ambos Premio Nacional de Historia- como Ricardo García Cárcel y Fernando García de Cortázar -éste también hizo alguna referencia a Albacete-, además del dramaturgo, escritor y cineasta Vicente Molina Foix, del periodista radiofónico especializado en música pop Fernando Martínez Fernandisco y del el humorista gráfico y también escritor Antonio Fraguas Forges.