El tirón de la televisión, el cine, la música o las celebrities hace que, cada cierto tiempo, una moda pasajera azote los registros civiles, en los que inscriben a los bebés recién nacidos para que quede constancia de sus apelativos y de la familia a la que pertenecen.
Esta moda ha hecho que convivan en un mismo pueblo, y no decimos ya ciudad -aunque entre tanta gente el anonimato se garantiza más- por, ejemplo, una Eufrasia o Francisca con Yaraví, Naiara o Nerea, menos hechos a los oídos de muchas generaciones.
Para ellos, lo mismo, igual encuentras un Pedro o un Manolo que a un Iker -el tirón del deporte también ha hecho mella en muchas familias-, o un Aitor.
Ahora bien, los nombres de toda la vida son los que prevalecen como los más frecuentes. Los que apelan tanto a personas que ya pintan canas como a nuestros padres o nuestros hijos.
<b>LO COMÚN.</b> El Instituto Nacional de Estadística ha publicado, como hace periódicamente y cuando se actualiza el padrón -ahora lo ha hecho a 1 de enero de 2014-, los nombres y apellidos más frecuentes. Los del conjunto del país, pero también los de cada provincia.
El resultado confirma que nos gusta lo tradicional y que tira mucho la familia, y los nombres característicos de ella, para designar a las nuevas incorporaciones. Así se entiende que, en el caso de los hombres, Antonio sea, como mucha diferencia, el más común en la provincia. Hay, si al INEno le fallan las cuentas, 9.556 personas que utilizan este nombre y que, en el caso de las mujeres, esta posición la comparte con María, el nombre por excelencia en nuestro país, del que en la provincia albaceteña se pueden encontrar hasta 7.201 ejemplos.
María a secas, porque en segunda posición -entre las féminas- está un nombre compuesto, María del Carmen (éste es el nombre más frecuente a nivel nacional), del que en Albacete hay 4.620 mujeres.
Para completar los cinco primeros puestos en el escalafón de éstas, ninguna sorpresa. Se mantiene el tinte tradicional. Nombres que sin duda alguna aparecen como habituales en las películas del manchego Pedro Almodóvar. Josefa probablemente sea el que más duro se hace al oído de las nuevas generaciones y, sin embargo, deja atrás a María José como variante, y se coloca, con 4.310 casos, como el tercer apelativo más frecuente entre las albaceteñas, porque las familias inmigrantes empadronadas en esta provincia suelen mantener, como ocurre aquí, los nombres de sus lugares de origen. Las 4.142 ‘isabeles’ y las 3.737 ‘marías dolores’ completan ese Top 5 provincial.
Si la tradición gana en las féminas, los varones no se quedan atrás. Al liderazgo de Manuel le siguen los 7.520 nombres de José que se dispersan entre alguno de los municipios albaceteños, que compiten por no perder terreno frente a los 6.713 franciscos.
Nombres de toda la visa también para los dos últimos del grupo de cabeza. Juan aparece en 5.546 censados en Albacete y Manuel, en muchos de los casos ‘Manolo’, es el apelativo de otros 4.926 mayores y jóvenes.
Apelativos sobre los que pesa la decisión, al contrario de lo que ocurre con los apellidos, donde se ponen los que llevan los padres de forma prácticamente unánime. Así, García es el acompañamiento mayoritario de los nombres de esta provincia, con 31.319 personas que lo tienen, aunque le pisa los talones Martínez, uno de los apellidos más nuestros, con 30.699 casos.
Nada de Urribarri, Echeverría, Goicoechea o Sistiaga. En Albacete se llevan los López -más bien lo llevan 20.547-, los Sánchez -con 20.243 ejemplos- y los 12.824 González. Los de toda la vida.