Calma tensa en la calle Muelle

MARCELO ORTEGA
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La clínica Iris y la Red Feminista denuncian en Comisaría la «coacción e intimidación» a usuarias de este centro médico por parte de mujeres de la Red Madre contrarias al aborto

Las inmediaciones de la Clínica Iris en la calle Muelle, uno de los centros autorizados en la región para practicar abortos, viven las últimas semanas en «calma tensa» por la presencia de mujeres de la Red de Madres que acuden a la calle los días en los que se realizan interrupciones de embarazo. A esta presencia habitual han contestado integrantes de la Red Feminista de Albacete, denunciando públicamente y también en Comisaría lo que consideran «coacciones e intimidaciones» hacia los usuarios de la clínica, que pierden así la privacidad con la que les ampara la ley. Ayer fue uno de esos días, aunque no hubo ningún incidente pese a la presencia de antiabortistas, sólo dos, y una decena de personas que acudieron al llamamiento de la Red Feminista. También hubo presencia policial en las cercanías. Fuentes de Comisaría confirmaron que ya se ha dado parte al juzgado de diligencias por denuncias contra estas personas.

Desde la Clínica Iris explicaron a La Tribuna que esta presencia de antiabortistas viene ocurriendo «las últimas cuatro o cinco semanas», y señalaron que lo han denunciado a Policía Nacional, «porque lo que hacen excede el derecho a la información». Francisco Valero, ginecólogo de la clínica, indicó que «lo que pase en la calle no es nuestro, pero va a dar lugar a un conflicto; tienen todo el derecho a expresarse, pero no a coaccionar ni a intimidar, con un rosario en la mano».

Cumplen la ley. Valero señaló que cumplen la ley y que de hecho «más del 90% de pacientes que tenemos vienen derivadas del Sescam», e incidía también en que la información sobre las opciones que tiene una mujer embarazada ya se da en los protocolos que sigue el Sescam: «Las pacientes tienen un tiempo de reflexión, les informamos, e incluso cuando vemos que tienen dudas les damos más tiempo para que lo tengan muy claro».

Paloma de Castro, de la Red de Madres, estuvo ayer en la clínica y defendía la labor que hacen, negando que coaccionen a nadie: «La Policía nos conoce, han estado allí, y no nos han disuelto. Estamos dos personas, y vamos allí a rezar el rosario mientras se practican los abortos, ofrecemos nuestros servicios, ayuda y alternativas para las mujeres como hacemos en una asociación que lleva más de 15 años funcionando».

De Castro indicó que «no coaccionamos a nadie, ayudamos, somos voluntarios que creemos en la vida».

De parte de la Red Feminista, Lola Gómez explicaba ayer que sí han presenciado coacciones: «Las autoridades, y en particular el Sescam, deben frenar ésto, porque hablan a las pacientes, rompen el principio de privacidad al preguntar qué vas a hacer en la clínica». Desde la Red destacaron que las antiabortistas «hacen una campaña de desinformación a personas que ya están informadas en sus centros de salud; la gente debe poder venir con plena libertad».