El Arcos Albacete Basket sumó un nuevo triunfo que los acerca un poco más al título de campeón de grupo que ya consiguieron la pasada campaña y que este año pueden revalidar. Sólo tener el basket average perdido con Alcázar evita que el equipo de Alfredo Gálvez sea ya campeón. Con dos jornadas por disputarse no se debe escapar a los albaceteños.

El partido frente al Movistar Estudiantes resultó más complicado de lo que dice el marcador final. El conjunto local tuvo que esforzarse al máximo para superar a un conjunto estudiantil que se desató en el segundo cuarto pero que no pudo frenar el gran momento de Lane y, sobre todo, un Nevels que lideró la remontada.

De inicio Gálvez empezó sin base y quizás por la sorpresa al Estudiantes le costó mucho meterse en faena, con 9-0 y tiempo muerto  solicitado por el técnico visitante. Fall dominaba bajo el aro, había mucha movilidad en ataque y se defendía con intensidad (14-5). Pero despertó el conjunto colegial  y una técnica al banquillo redujo las diferencias al final del primer parcial (18-11).

En el segundo el Estudiantes apretó en defensa. Salió enchufado y empezó el festival anotador de los dos pequeños, Sergio Sánchez y Óscar Herrera, sin que Gálvez encontrase la forma de frenarlos con continuos cambios y muchos desajustes. Se perdían excesivos balones y no se defendía bien el perímetro, lo que se tradujo en una máxima ventaja de +8 para los madrileños con un parcial de 1-9 que dejó el marcador al descanso 28-32.

Mal pintaban las cosas para el Albacete Basket, no sólo por el marcador, también por las sensaciones que dejaba el equipo. Con Elías sentado por cuatro faltas, poca aportación del banquillo y excesivos balones regalados al contrario.

DIEGO FOX. Buena tuvo que ser la charla de Alfredo Gálvez en el vestuario, porque el equipo salió de otra manera tras el descanso. Diego Fox tiró de galones y empezó a mandar en la pista. Además, con seis puntos consecutivos, un 2+1 y un triple, ponía el marcador igualado (34-34). Ya no volvería a ir por detrás el cuadro albaceteño.

En ese momento apareció el vendaval Nevels. El norteamericano empezó a anotar, con espectáculo incluido. Palmeos, penetraciones, triples. Canastas para todos los gustos que marcaron un parcial de 12-2 con el que el Albacete Basket tomó el mando. De todas formas con 55-47 la posibilidad de irse con +10 de ventaja al último cuarto se esfumó por una pérdida y cinco puntos seguidos del Estudiantes que dejó todo abierto para los últimos 10 minutos (55-50).

Sánchez y Herrero seguían mantenido vivo a su equipo. Entre ambos anotaron al final 46 puntos de los 70 que logró Estudiantes, un equipo plagado de altura, juventud y calidad, pero excesivamente blando física y mentalmente.

Nevels seguía su particular festival y se le unió a la fiesta Jaron Lane, que llegó en enero para reforzar y está creciendo en las últimas jornadas a pasos agigantados. Con clase y finura también es capaz de anotar de lejos, de cerca y en penetración, al tiempo de ayudar mucho en el rebote.

Una antideportiva dio la posibilidad al Albacete Basket de abrir brecha en el marcador (69-54). No se daba por vencido el Estudiantes, que rebajó la ventaja local (71-61) pero la lesión de Sergio Sánchez a 2:30 para el final dejó limpio el camino para que el Albacete Basket lograse su vigésima victoria de la temporada.