La mejoría en defensa es la clave en la reacción del Albacete Balompié

José Luis Royo
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El equipo que dirige el gallego Luis César redujo la media de goles encajados, lo que le permitió sumar 10 de los 15 puntos que disputó en las últimas cinco jornadas de Liga

Los jugadores del Albacete celebran el primer tanto logrado ante el Zaragoza. - Foto: José Miguel Esparcia

La buena racha del Albacete Balompié en las cinco últimas jornadas le ha llevado de estar hundidos en la última posición de la tabla clasificatoria a estar a tan sólo un punto de salir de los puestos de descenso, algo que rozó el lunes cuando iba por delante en el marcador ante el Zaragoza, pero que se esfumó con el empate de un jugador formado en la cantera del Alba como es Jaime Romero.

Cabe recordar que cuando el Leganés visitó el Carlos Belmonte en la jornada 12, los manchegos pusieron fin a una racha de siete derrotas consecutivas con una victoria que fue el inicio de la reacción. Antes de disputar aquel partido el Albacete era colista con cinco puntos, a siete de la zona de permanencia, desde entonces ha sumado 10 de los 15 puntos disputados, con tres victorias, un empate y una derrota en Huelva, el único lunar de los de Luis César en las últimas cinco jornadas.

De hecho, en una teórica clasificación entre las jornadas 12 y 16, el Albacete sería séptimo empatado con equipos como Las Palmas y Betis, algo impensable hace poco más de un mes.

Mejoría defensiva. Una de las claves de la reacción del Albacete ha sido la mejoría defensiva. Hasta la jornada 11 los de Luis César habían recibido ni más ni menos que 23 goles en contra, es decir a una media de más de dos goles por partido, mientras que en las cinco últimas jornadas esa media se ha reducido a 1,8 goles por encuentro tras encajar siete tantos en esas cinco jornadas.

La aparición de Jorge Pulido en el centro de la zaga, unido a la recuperación de Gonzalo y de Miguel Núñez ha hecho que el equipo tenga más tranquilidad en defensa y que se cometan menos errores, aunque los fallos individuales siguen siendo un lastre para los albacetenses.

A pesar de ello, el Albacete es el equipo más goleado de la Liga Adelante con 30 goles, una cifra que no supera nadie en Primera ni en Segunda. Solamente tres equipos de Segunda B, el Rayo Vallecano B y el Trival Valderas en el Grupo II y el Zaragoza B en el Grupo III superan esta cifra de goles encajados en las 16 primeras jornadas.

Pero quizá la verdadera clave esté en el cambio de sistema de juego. Luis César apostó al inicio de temporada por jugar con tres pivotes en el centro del campo, con los centrales demasiado abiertos y los laterales muy ofensivos. El técnico gallego optó por retrasar la posición de Portu, un centrocampista todoterreno, para formar el doble pivote con Mario Ortiz, y eso le ha dado al equipo un mayor trabajo en el centro del campo que evita que al equipo le lleguen con facilidad. El Alba vuelve a jugar con la fórmula del año pasado, que le sirvió para ascender a Segunda División y que parecer estar dando resultados.

A este cambio de sistema se ha unido una mayor implicación defensiva de todos los jugadores. Ahora el Albacete es un equipo en el que trabajan todos y las ayudas, sobre todo de los extremos, están siendo vitales a la hora de corregir las deficiencias del equipo en la zona de retaguardia.

En cuanto al resto de claves para la reacción, hay una que parece clara: la aparición de Sergio Cidoncha, un jugador que no estaba siendo titular y que en las últimas jornadas se ha erigido en la figura clave del equipo con goles y asistencias, que le han dado muchos puntos los manchegos.

Sin lesionados. Tampoco hay que olvidar que la enfermería está prácticamente vacía, con el regreso de hombres de la importancia de Keko, que posibilita que Luis César pueda contar con más opciones en ataque. Además, en la enfermería solamente queda Israel Bascón ya que incluso el meta Dorronsoro ya está recuperado, por lo que el viento que antes soplaba en contra del Albacete ahora comienza a variar su dirección.